POV. Gea.
Somos la personificación del mal.
Siglos antes de que todo ocurriera, dos hermanas con una conexión maravillosa fueron alejadas de la otra a causa de un hechizo realizado por una persona repleta de odio.
Ante esta batalla absurda por parte de ambas, Elizabeth queda embarazada de una niña. Cassandra al enterarse de esto decide alejarse de ella, su injustificado odio por la criatura crecía día a día hasta su nacimiento.
La pequeña se llamó Mercy, una pequeña rubia con una sonrisa alegre que lograba embobecer a su madre.
Los años pasaban y la felicidad en la pequeña familia aumentaba antes que la desgracia ocurriera.
Una mañana cuando el cielo se encontraba envuelto en nubes grises, Elizabeth se dirigía a la habitación de su pequeña Mercy, con el fin de desayunar juntas.
Pero tanta fue su sorpresa al ver la cama vacía, que un sentimiento de soledad atacó su cuerpo comprimiendo su corazón.
Desesperada inició una búsqueda para dar con el paradero de Mercy, pero los resultados solían ser siempre nulos.
Su hija había desaparecido sin dejar rastro.
Su cuerpo se lleno tanto de ira que creyó que Cassandra era la culpable de la desaparición de un bebé.
Su hermana al enterarse de esto negó con sorpresa y desesperación sin creer lo que escuchaba salir de la boca de su hermana.
-Jamás podría hacerte daño de esa manera- grita sollozando al enterarse de la desaparición de la niña- y mucho menos de una pequeña inocente.
-¡Mientes, maldición!- alza su voz con dolor- ¿Por que mientes...?- susurra cayendo sobre el suelo sollozando sin piedad.
Era tanto el dolor que crecía dentro de ella que deseo que le ocurriera lo mismo a su hermana.
Ten cuidado con lo que deseas, puede que se te cumpla.
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POV. Alice Camberleck.
-Creo que es momento de contarte la verdad- anuncia Cass a mi lado con nerviosismo.
-¿De qué verdad hablas?- fruncí mi ceño.
-De Elizabeth- tragué saliva con interés- hubo una época en la cual compartía un vinculo realmente fuerte junto a ella.
-Se conocían- murmuré.
-Ella es mi hermana, Alice- ¿Qué?- Pero algo ocurrió, un hechizo provocado por una bruja cuya magia oscura era tan temida que con su poder podría provocar una guerra en quienes más se quisiesen.
>>Todo el pueblo nos conocía como las hermanas cuya conexión era más poderosa que cualquiera, juntas podíamos salvar a quienes se encontraban bajo los hechizos de personas malas, sin corazón, personas con poderes oscuros, dañinos. Era tanta la envidia y la avaricia que un día fuimos presa de un hechizo que provocaría nuestra separación, condenando nuestras almas al odio ajeno.
>>Los años avanzaban y con ello nuestro odio por la otra aumentaba cometiendo errores imperdonables.
-¿Qué clase de errores?- pregunté observando las lágrimas deslizarse por sus mejillas.
-Muerte- respondió helando mi sangre- Elizabeth conoció un hombre que realmente la hacía feliz. Conforme el tiempo pasaba su amor crecía hasta que ella quedó embarazada, pero no todo duraría. Una tarde en donde los rayos del sol iluminaban todo a su alrededor llamaron a su puerta, una joven del pueblo, asustada, le anunció que el cuerpo de su esposo se encontraba sobre el suelo sin vida, producto de un accidente en la carretera. La noticia se esparció por todo el pueblo llegando hacia mi oídos, presa del pánico me dirigí con angustia a su casa, pero al llegar ella se encontraba junto a otra mujer.
Algo alertó en mi interior al observar el rostro de la desconocida, su mirada resplandecía un extraño orgullo al observar el dolor en el rostro de mi hermana.
Cuando Elizabeth me oyó llegar sus ojos se oscurecieron y su mirada me culpaba. Ella creía que había sido la culpable de la muerte de su esposo pero jamás podría hacer algo en contra de su felicidad aún presa de un hechizo maligno, algo en mi corazón me prohibía dañarla.>>Jamás volvimos a vernos hasta el nacimiento de su pequeña... Oh mi cielo- sonrió con nostalgia- cuando vi a esa niña todo a mi alrededor pareció tomar vida propia, era tan igual a Elizabeth realmente su mirada tan ajena al mundo podía descongelar el corazón de cualquier persona.
Los días avanzaban y nuestro vínculo comenzaba a formarse nuevamente, la felicidad invadía mi sistema al saber que tenía a mi lado a mi familia. Pero nuevamente fuimos víctima de otra aberración.>>La pequeña niña había desaparecido, ante esto se inició una búsqueda ante todo lugar posible pero jamás pudimos encontrarla, había desaparecido sin dejar rastros. Elizabeth enloqueció al haber perdido a las dos personas que más amaba en su vida, llevando nuevamente a un inminente odio hacia mí, amenazando con quitarme a quien más quisiese para que supiera lo que se sentía perder a un hijo, culpándome sin cesar, aún cuando era inocente.
-¿Quién era aquella desconocida?
-La madre de Alisson, Camile Balkuver- respondió- y en cuanto a su pequeña, su nombre es Mercy.
Oh por todos mis demonios.
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Reina Maldita
VampireUna nueva historia, la misma profecía, una nueva oportunidad. La oscuridad habita en nuestro interior, creando incontrolables batallas que pueden causarnos la muerte. -Temed que vuestra princesa ha llegado, para causar un irreversible dolor a aquell...