23. Los Mensajes

53 5 0
                                    

Leah

Hace una semana me dieron de alta del hospital. Decidí no ir a mi apartamento. Tengo muy malos recuerdos de ese lugar, los recuerdos de cuando abuso de mi, los recuerdos de cuando me pego por primera vez. Y los recuerdos de esa noche...

Los recuerdos de la noche en la que casi muero. Solo imaginar que hubiese pasado si Estefany y Gabriel no hubiesen llegado, me duele mucho.

Me duele todo de mi. Me duele no darme cuenta a tiempo de lo que era mi "relación" con él.

Hice la demanda correspondiente a las autoridades. Las autoridades están actuando al respecto. Lo tienen fichado. Se supone que no puede salir del país. Pero algo me dice que no lo van a encontrar.

Max es muy astuto y siempre tiende a salirse con la suya. Puede que lo capturen pero el hará hasta lo imposible para escaparse ya sea pagando una fianza o de una forma ilegal.

También conozco a Gabriel y estoy segura de que el hará todo lo que este en sus manos para que Max este en la cárcel de por vida.

Toda esta semana mis hermanos, mis padres, Estefany, Ihan y Gabriel me han estado consintiendo y cuidando más de lo debido.

El médico les dijo que cosas puedo y no puedo hacer. Pero como son tan extremistas no me dejan ni siquiera salir de la casa. Tengo una semana sin salir al exterior.

Hoy es mi revisión semanal con el médico para ver mi progreso. Espero que me diga que todo está bien.

Solo estoy esperando a que Estefany llegue y que Gabriel termine de hacer algunos pendientes para irme.

Estefany ha estado un poco extrana e Ihan también. Ellos dos han estado iñun poco distantes el uno del otro últimamente. Me preocupa mucho, pero confío en que mi mejor amiga sabrá cual es la decision correcta.

Sí Estefany quiere terminar con Ihan por cualquier motivo, siempre estaré ahí para apoyarla. Me siento culpable por todos esos días que no pude verla porque Max me lo prohibió. Ella me disculpo, pero yo no logro perdonarme a mi.

Esta semana que he estado viviendo con Gabriel, ha sido la semana más romántica que he tendio en toda mi vida.

No hemos follado, no hemos hecho nada de eso. Solo nos hemos besado y acariciado. Gabriel me ha dado total libertad para estar en el apartamento y se lo agradezco demasiado.

Él me dio una habitación para mi sola, pero lo último que quiero ahora era estar sola. Así que todas las noches me iba a su habitación y me acurrucaba en sus brazos.

Él está muy protector conmigo, no quiere que me pase nada. No se que es lo que hace este chico, pero cada día que pasa, me enamora cada vez más.

Recuerdo que en el pasado, me encantaba decir que no me gustabas, solía decir que te había superado, quería que todos pensaran que mi corazón era de hielo. Pero llegaste tú, y mi corazón se derritió en tus brazos.

Mi celular empieza a sonar. Lo tomo y veo un par de notificaciones de un número desconocido.

Abro el mensaje y me llevó una gran sorpresa. Los mensajes eran muy ofensivos. La persona me acusaba de ser una asesina. Los mensajes continuaban llegando y cada vez más groseros. Pero el último fue el que llamó mi atención.

11:47 a.m.

— Quiero que seas consiente de que esa persona que crecía dentro de ti, está sufriendo por la irresponsabilidad tuya. Y por ser una puta que no entiende que las mujeres no pueden estar con otros hombres. Vete al infierno zorra.

El celular cae al suelo, rompiéndose la pantalla con el impacto. Mis manos, inconscientemente, van a mi vientre.

— ¡¡¡GABRIEL!!! — lo llamo y este llega en menos de lo esperado. Estaba agitado se notaba que había corrido hasta aquí.

— ¿Qué te pasó? ¿Estas bien? — él se acerca a mi y me abraza fuertemente. Estaba segura en sus brazos.

—Estaba embarazada ¿verdad? — me separó de él para tratar de ver su cara. Su cara era de asombro.

— Sí, si lo estabas. No sabía cómo decírtelo. No sé me ocurría una idea de cómo hacerlo — una sensación de rabia invade mi cuerpo.

— ¿Acaso no pensabas contarme nada al respecto? — él se queda callado — ¿Querías que viviera toda mi vida así, sin saber que estuve embarazada?

— ¿Cómo te enteraste? — pregunta Estefany entrando en la habitación.

— Tú también lo sabias — Mi mejor amiga intercambia miradas con Gabriel sin saber que responderme — Osea que aquí todos sabían que yo estaba embarazada y no me habían dicho nada. Me parece increíble — mi tono sonó más irónico de lo que esperaba, pero que mas da.

Gabriel interrumpe el incómodo silencio que se había hecho en la habitación — Como ya te dije, no sabíamos como decirte que habíamos sufrido un aborto...

Lo interrumpo — ¿Habíamos? El bebé que estaba esperando era tuyo. ¿Cómo te enteraste?

Estefany no espera a que Gabriel responda y lo hace ella misma — Sí, Gabriel y tu estaban en la espera de un bebé. Y lo supimos cuando hicieron una prueba de paternidad con la placenta.

Gabriel le hace un gesto a Estefany y está sale de la habitación dejándonos solos.

— Le pedí al médico que hiciera una prueba de paternidad antes de que sacaran todos los restos del bebé. El bebé tenía 14 semanas de gestación aproximadamente. Ya estaba un poco grande, pero estaba en muy mal estado después de los golpes que te dio... — el hace una pausa intentando calmarse un poco — Pensé que te pondrías así cuando te enteraras. Pero para mí no fue fácil ese día. Me dijeron de todo cuando decidí no cometer el error de mi vida casando e con Carmen. Después recibo la llamada de Estefany toda preocupado por ti. Luego, cuando te lleve al hospital y como si fuera poco me entero que iba a ser papá y luego el aborto espontáneo que sufriste. No fue nada fácil para mí.

Veo como las lágrimas de Gabriel caían por sus mejillas rojas.

El día pasó con total normalidad, luego de calmarnos un poco, fuimos a mi chequeo. El médico nos dijo que estaba mejorando muy rápido, asi que me dijo que podía retomar mis clases en la universidad.

Luego fuimos a almorzar con Estefany y Gabriel. Ella estaba un poco ida en su mundo.

Después de eso recibí una llamada de Ihan. La voz de Ihan se escuchaba muy nerviosa. El me preguntó si podía hablar con él. Me dijo el motivo y sin pensarlo dos veces le acepte la invitación.

Nota de la autora:

¿Qué querrá hablar Ihan con Leah? ¿Será sobre Max o sobre Estefany? 


Quizá es para siempreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora