18. Tenía Razón

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Leah

— Quizá Max abuso de ti — dice mi mejor amiga poniéndose a la ofensiva.

— No, no lo creo.

— ¿Estas segura? No recuerdas nada de lo que paso anoche después de que Max te diese esa copa de "vino". Y después amaneces en tu cama completamente desnuda y con moretones por todo el cuerpo.

— No lo sé, Estefany. Pero en verdad creo que Max no sería capaz de abusar de mí. No es que lo conozca mucho pero, de todas las personas del mundo, Max es el único que jamás abusaría de alguien — Estefany me da una mirada escéptica a todo lo que le estaba diciendo.

— Los abusadores sexuales se esconden detrás de amigos o familiares, por eso es difícil creerlo. Leah, ¿Estas completamente segura de que el no te hizo nada? — ella se acerca a mi para darme un abrazo — Sabes que siempre voy a estar ahí para cuando me necesites, sin importar lo que pase.

Las dos nos abrazamos por un largo tiempo, en sus brazos me sentía segura, como en familia. Ella y yo nos apoyamos mucho desde que nos conocimos cuando estábamos en primer grado de primaria.

Somos interrumpidas por Ihan, el novio de mi mejor amiga.

— Hola Leah, no sabia que ibas a venir a desayunar hoy — me dice Ihan mientras se acerca a mi para saludarme con un beso en la mejilla.

Cuando apartó la vista de Ihan, detrás de él, aparece su hermano. Max estaba con un ramo de rosas en su mano izquierda y una caja de bombones de chocolate negro en su mano derecha.

Max se acerca a mi y me da un beso en los labios. El beso era muy torpe, no era romántico o gentil como las otras veces.

— Buenos días — dice Estefany a regañadientes, haciendo que Max se separe de mi para saludar a mi mejor amiga.

En el apartamento, se creó un largo e incómodo silencio. Estefany y yo nos mirábamos entre sí. Con su mirada me decía que quería hablar conmigo.

Muevo mi cabeza hacia los lados y trato de romper el silencio que poco a poco se hacía más incómodo — Gracias por el detalle Max. Pero me tengo que ir, tengo clases a las dos de la tarde y si no me apuro llegare tarde.

— Esta bien. Yo te llevo — dice de una forma posesiva.

— No, en serio, yo me voy en mi auto. No te preocupes — le digo a Max mientras me acerco a la puerta. Siento la mirada de Estefany e Ihan clavadas en mi, sin excepción de la mirada de Max.

— Dije que yo te llevaré...

Estefany lo interrumpe — No escuchaste bien. Leah dijo que quería ir ella sola a la universidad — Estefany me da una mirada y yo salgo del apartamento a grandes zancadas.

Llegó a mi auto y salgo rápidamente de ese sitio. No tengo ganas de ver a Max en estos momentos. No sé cómo mirarlo a la cara, cuando no me acuerdo nada de lo de anoche.

La pregunta de Estefany sigue en mi mente. Tengo esa duda. ¿Y si Max abuso de mi? Ó ¿Sí no recuerdo nuestra primera vez como pareja por haber bebido de más?

En menos de lo esperado llego a la universidad. Muchas de las chicas se me quedan mirando, y es hay cuando me doy cuenta de que estoy en un conjunto deportivo. Pero me importa una mierda lo que piensen de mi. Soporte mucho lo que viví mis tres años de internado en Estados Unidos cuando estudie la preparatoria. Sufrí de bullying por mi aspecto. Cuando cambie, todos los chicos empezaron a acosarme.

Desde ese entonces empecé a cortarme.

Empecé a extrañar a Gabriel.

Extrañe que golpeara a cada chico que se acercara a mí. Extrañe que me defendiera de los demas.

Quizá es para siempreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora