27. Despierta Dormilona

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Leah

El viaje a Las Islas Fiji sólo duró unos cinco días. Pero, fueron los cinco mejores días de mi vida.

Fue una especie de luna de miel para Gabriel y para mi. Nos sirvió mucho el relajarnos. Las cosas entre Gabriel y yo no siempre son color de rosas. A veces nos peleamos, pero nada del otro mundo en una relación.

Además, el viaje, no sólo fue mágico para mí. Si no que también fue muy especial para Estefany. Pienso que para Estefany e Ihan este viaje fue hermoso. Estoy segura que nunca se le olvidara este viaje.

Por otro lado, también nos enteramos del matrimonio secreto que tenían Andrés y Julia.

Este viaje sirvió para que nuestras amistades se fortalecieran aún más. Julia y Estefany no se conocían mucho, pero ahora es una de nuestras amigas cercanas.

Y los chicos también se hicieron muy amigos de Ihan. De hecho, ya tienen planeada la despedida de soltero para Ihan.

Pero como todo en esta vida, todo se acabó. Los cinco día pasaron muy rápido. Ya estamos Ihan, Estefany Gabriel y yo esperando nuestro equipaje para poder irnos del aeropuerto. Julia y Andrés se fueron a México. Pero prometieron que vendrían muy pronto a visitarnos. Y Julia prometió que ayudaría con los preparativos de la boda.

***

De camino a casa quede completamente dormida. Gabriel iba al volante, como siempre. Estos días de vacaciones, no dormí mucho. Tenía algunos dolores corporales, creo que cojer mucho estaba pasándome las facturas.

—  Ya llegamos a casa — escucho un susurro muy bajo mientras que siento como Gabriel me trata de levantar.

El recuerdo de esa vez, viene a mi mente.

Estoy teniendo una lucha constante entre prestar atención a clase y no dormirme. Es la clase de matemáticas. Me gusta matemáticas, y de hecho soy muy buena en esa materia. Pero ¿Quién en su sano juicio, pone Matemáticas a las últimas horas de clases?

Y para completar, hoy el clima está muy lluvioso. Yo amo la lluvia, pero para estar en casa viendo una serie mientras que las suave y caliente sabana de lana cubre mis piernas, con una taza de chocolate caliente y malvadiscos.

— Señorita Kane — el profesor de matemáticas me llama — ¿Está aquí? — El profesor era un hombre de mediana edad, algunas canas blancas se estaban apoderando poco a poco del poco cabello que le quedaba, producto de la calvicie.

— Si señor — de repente todas las miradas caían sobre mi.

No estoy acostumbrada a que me miren. No soy una persona muy sociable, pero tampoco soy muy tímida. Digamos que tengo un selecto grupo de amigos. Aunque eso había cambiado de la noche a la mañana hace unos meses.

Pará ser más especifica desde que mi prima me presentó a Gabriel. Mi Crush. Algunos amigos de él han empezado a convivir conmigo y yo con ellos. Son muy amables.

La amistad que he ido construyendo con Gabriel es muy sólida. Tan sólida que lo considero mi mejor amiga y él hace poco me considera así también.

Me duele, pero es mi realidad. Prefiero esto que acosarlo desde mi celular, o después de que sale de su aula.

— Bueno si es cierto que estaba prestando atención a la clase ¿Podría decirnos la respuesta del quinto problema de la página 125 de su libro? — me pregunta desafiante.

Rápidamente empiezo a buscar si por casualidad había hecho ese problema. Pero para mí suerte dejé de resolver los problemas desde que vi pasar a Gabriel dirigiéndose a la oficina de la directora.

Quizá es para siempreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora