GABRIEL
Al despertarme me doy cuenta que no estoy en mi apartamento, estoy en una habitación que se me hace muy conocida, la habitación de Leah.
Muchos recuerdos vienen a mi mente, pero los omito. Lo más importante ahora es recordar todo lo que hice anoche, pero primero debo buscar mi ropa. ¿Dónde carajos deje mi ropa anoche? ¿Qué hice anoche? ¿Por qué no recuerdo nada?
Luego de encontrar toda mi ropa, me voy en busca de la salida de la casa. Al llegar al vestíbulo me encuentro con Estefany, evidentemente, ella tenía una muy fuerte resaca. Creo que igual que yo. Ayer fue una noche muy movida para todos, al parecer.
Ella levanta la mirada — Hey, estas vivo —mi mirada es confusa—. Por todo lo que hiciste anoche, no pensaba que te levantarías en un gran tiempo.
Me acerco a ella— Acaso bebí mucho anoche —. Estefany estaba a punto de decirme algo. Pero, una voz proveniente de un rincón del vestíbulo la interrumpe: Es Leah. Estaba sentada abrazando sus rodillas, mientras sostenía una taza con lo que parecía ser té. Sino recuerdo mal a Leah no le gusta para nada el café.
— Anoche todos bebimos de más —. La voz de Leah escondía un aire de tristeza.
Trató de acercarme a ella, pero cuando estoy a punto de saludarla con un gran abrazo, ella se aleja de mí.
— ¿Qué pasó? ¿Estas bien? —. Al principio, ella no quería contarme nada pero luego le da una mirada a Estefany. Estefany sale inmediatamente del vestíbulo y sube las escaleras, dejándonos solos a Leah y a mi.
Tomó asiento al lado de ella y ella empieza a contarme —Es que ayer me acosté con un chico— Una ola de sensaciones invade mi cuerpo, ella se acostó con otro. Se acostó con otro que no soy yo. Duele. Duele demasiado enterarse de algo que en verdad duele.
La voz de mi conciencias me interrumpe. ¿Qué esperabas? Ella quiere hacer su vida, y tu ya no estás en ella...
Leah continúa — No se, pero me deje llevar. Quería que mi primera vez fuese especial, pero no fue así —. Le doy una mirada de confusión— Se que él hoy a la mañana no se acordará de lo que paso anoche. No recordara que me quito la virginidad. Y es eso lo que mas me duele.
Yo me acerco a Leah para darle un abrazo — Dime ¿Quién es ese hijo de puta para matarlo a golpes ahora mismo?
LEAH
—Dime ¿Quién es ese hijo de puta para matarlo a golpes ahora mismo —. Si tan solo recordarás que fuiste tu el que me quito la virginidad, no estarías hablando así. O ¿quizá si? Quizá ya no te conozco como antes. Quizá ya no eres el mismo. Pero, si es así, ¿Quién hizo que cambiaras? ¿Quién?
Yo me separo de su abrazo — No, no tiene importancia el nombre de ese chico.
— Solo dime algo. ¿Ese chico abuso de ti? —. El tono de Gabriel era de desesperación y de enojo. Y sus manos me lo comprobaban.
— No, él no abuso de mi. Él estaba muy ebrio, yo no. Yo estaba en mis cinco sentidos —. Él trata de acercarse a mí, nuevamente, pero no se lo permito —No, solo quiero darme un baño y quitar todo tipo de recuerdo y rastros de él.
Yo me alejo de él, pero antes de irme el vuelve a repetir con un tono frío — Te prometo que voy a encontrar a ese hijo de puta y le daré una buena paliza. Que deseara nunca meterse con otra mujer en su puta vida.
Yo no me volteo, simplemente voy a mi cuarto. Cuando llego a este mis lágrimas empiezan a correr, rápidamente, Estefany corre hacia mí y me da un fuerte abrazo. Me desmorono completamente en sus brazos.
No pensé que mi primera vez fuese así de vulgar, tan vulgar como si fuese cualquier otra.
Después de tanto llorar me quedó profundamente dormida. Cuando me despierto es de noche. Reviso mi celular y encuentro algunos mensajes y notificaciones. Muchas personas me habían etiquetado en instagram.
Un mensaje era de Estefany, decía que me esperaba en el cine. El mensaje era de hace unos cinco minutos, así que aún tenía mucho tiempo de sobra para alistarme.
***
Estefany yo salimos del cine muy enojadas. ¿Cómo era posible que después de casi dos horas de ver la película, la protagonista muriese de la manera más tonta del mundo.
— Es que de verdad no lo puedo creer. Exijo que me devuelvan mi dinero. Aunque bueno debo de decir que el chico, estaba... — la interrumpo antes de que diga algo que acostumbra a decir.
— ¡Calma esas hormonas, mujer! — le tomo el pelo. Ella siempre me decía así cuando le hablaba de él.
El solo recordar su nombre hace que recuerde esa noche y la conversación que tuvimos esta tarde.
— Oye deja de pensar en él, te invite al cine para que dejaras de pensar en él — me quedo impresionada por la conclusión a la que ha llegado mi mejor amiga con solo mirarme. — Lo sé, lo sé. Soy la mejor. No me lo tienes que repetir.
— De hecho eso no era lo que iba a decir. Te iba a decir que tengo unos antojos grandisimo de comer pizza. ¿Qué tal si vamos a comer una?
***
Me costó mucho convencer que Estefany quisiera venir a comer pizza, pero al final lo conseguí.
Cuando ya estábamos a punto de pedir la cuenta, una pareja llega al restaurante italiano.
De inmediato, Estefany se da cuenta de quienes son — Estoy viendo mal o es que son...
La interrumpo, al ver a la pareja me causa un ardor en el corazón, como si este se hubiese roto en mil pedazos. — Sí, son ellos. Son Gabriel y Carmen...
Nota de la autora:
Sí, se que este capítulo es un poco corto pero les prometo que el próximo será aún más largo e interesante. ¿Quién es Carmen? Y ¿Por Qué está con Gabriel?
ESTÁS LEYENDO
Quizá es para siempre
RomanceEl tiempo nos dirá si lo nuestro era amor o una simple confusión. El tiempo nos dirá si tuvimos algo valioso y lo dejamos ir. El tiempo nos dirá si alejarnos fue una sabia decisión El tiempo nos dirá lo que hoy no queremos oír. ...