Capítulo 30: "es... ¿parte de mi cuerpo?"

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Me desperté al rededor de las 3 de la madrugada. mi cabeza palpitaba y la chica dormitaba junto a mi. estaba harto ya de esta jodida rutina.

recogí rápidamente toda mi ropa y me vestí, para salir de donde fuese que estaba.  necesitaba salir, me estaba ahogando. tenía que irme y asegurarme de que bebé esté bien.. 

Como soy un imbécil a pie, tuve que caminar. 

a ningún jodido taxista se le ocurrió recorrer las mismas calles que yo. así que tuve que llegar por mi cuenta. Llegué a la casa alrededor de las cuatro de la mañana y no tengo idea de cuantos minutos más, odía ya a los pájaros chillar desde el árbol detrás de la casa, iba a electrificar ese estúpido árbol.. sentía que necesitaba verla. no iba a descansar hasta lograrlo. gruñí.

La cerveza aún bailaba en mi cabeza. esa mierda es asquerosa, ¿por qué la compro? ¿por qué la bebo? porque soy imbécil. me reí. no es como si fuese muy difícil llegar a esa conclusión. 

abrí la puerta del cuarto de caramelo y ahí estaba, durmiendo. su rostro, suave con su piel color leche. era preciosa.  me sentía seguro, entonces, tranquilo.

cerré la puerta y me dirigí a mi propio cuarto. no tenía sueño, sin embargo, aunque estaba tan desgastado, esta mierda estaba superándome. Me desvestí, apreciaba la intimidad de mi casa, en la que podía dormir desnudo, aquí no podía descuidarme, por lo que dormir en ropa interior tenía que bastarme. me quedé mirando el techo. 

Era consiente de como mi cuerpo estaba quieto. de qué tan tranquilo se sentía. era exquisito. no tardé en quedarme dormido. al parecer si tenía sueño.

****

Abrí los ojos de repente. rápido. estaba seguro de haber oído un ruido. Era temprano, ya había amanecido, el sol estaba jodiendo fuera de la ventana. dios, que amargado estaba.

se había roto algún vidrio. Bajé rápidamente las escaleras, sin pensarlo y entré a la cocina. estaba preparado para saltarle a lo que fuese que hubiera hecho eso y fuera peligroso. en mi mente, cientos de imágenes y posibles opciones nadaban y se revolvían entre si.

un ladrón. un mapache. un niño. _________. y me sorprendí cuanto quería que fuese bebé. 

y me sorprendí aún más, cuando ella lo fue. y para joder más, me sorprendió sorprenderme por ella. ¿quién entendía el trabalenguas que era de mi mente? 

—¿estás bien? -le susurré. ella miraba triste como lo que era un vaso hace probablemente veinte segundo esté reducido a trocitos.- no te preocupes. no te muevas, quédate quieta. -soné preocupado, la idea era que cuando llegase Lisa ella estuviese entera-

sería mi culpa.

tomé la escoba y barrí todo rápidamente, limpiando y recogiendo todos los posibles restos de vidrio, no quería terminar enterrándome algo en los pies, ni menos que termine en uno de los de ella. cuando terminé, ella seguía ahí, quieta, sin siquiera moverse al respirar. sus ojos abiertos hasta el punto de no poder más. estaba aterrada. 

yo quería reirme. 

—está todo bien -ella me miró y le ofrecí mi mano, la tomó dudosa- ahora si puedes moverte. 

se acercó lentamente, sostenía una de sus manos dentro de la otra.

—qué tienes ahí ¿eh? 

entonces me enseñó un pequeño rasguño en su dedo meñique. tenía una gotita de sangre y ella estaba aterrada. aquello me conmovió. 

—oh, tranquila -sonreí- no ocurrirá nada. -la guié hasta el fregadero y limpié su dedo con agua. sus ojos estaban asustados aún. 

Greyson chance- Animal in the nightDonde viven las historias. Descúbrelo ahora