Al acercarse, o al intentar hacerlo, se tambaleaba, parecía caminar con inestabilidad. obviamente greyson, ella está acostumbrada a andar a cuatro patas. y el tipo pareció cambiar de idea. la miraba como si fuese algún tipo de adefesio en exposición.
¿QUE LE PASA AL CABRÓN?
Esa, esa era la razón, no necesitaba más motivos, este era uno perfecto para partirle la cara.
Sonrió al momento en que ella estaba llegando a él.
entonces, ella tropezó y calló al césped.
Y el tipo, en vez de ayudarle, se mofó, la miró sin importancia y murmuró que no valía la pena.
Jo, sabia que dijo eso.
primero, porque su mirada ya no estaba entusiasmada.
y segundo, sabía leer labios.
rayos, era una de las cosas que sabía hacer bien, así podía ligar con chicas en algún local, desde cualquier esquina.
Pero eso no fue lo que más me molestó, porque pienso, que realmente, ella vale la pena.
JODER, SÍ QUE LA VALE!
entonces, el peso de mis pies se liberó. Me había sentido atrapado por el suelo bajo mis pies. como si hubiera estado atrapado en arenas movedizas que me obligaban tortuosamente a ver como un idiota intentaba cosas con la salvaje. pero ya no.
estaba caminando hacia el tipo, apenas sentía tocar el suelo, pude perfectamente haber volado, mis puños a un lado, listos para golpear, cosquilleando por hacerlo, ansiosos. esperando.
Iba hecho una furia.
no porque le coqueteo.
no por lo que pensó.
no por como la miró descaradamente.
sino porque la despreció. la desechó.
igual, de todos modos, iba a golpearle la cara si ponía una mano en su cuerpo. aún así, me dio un motivo mayor.
Estaba ya frente a su auto cuando el tipo me vio. y vio mis intenciones.
El tipo sonrió y preparó sus nudillos. sonriente. ansioso.
Miró a todos lados, viendo si había algún público que presencie su futura victoria.
lo sé, porque lo mismo haría yo.
Entonces, su mirada se detuvo en el buzón que había dejado detrás en el camino hacia él. oh, de hecho, adoraba ese buzón. le daba a mi mamá seguridad.
entonces, sonreí.
—chance -susurró él, mirándome ahora, realmente mirándome, mientras me acercaba aún más, su mirada había cambiado de estúpida seguridad a terror espontáneo- Alien -dijo, sin aliento- perdón yo.. yo-yo-yo-y-yo -tartamudeó- realmente no quería..
Pero no había disculpas suficientes, no había excusa realmente buena para detenerme. era un huracán ahora. sin control. los bordes de mi vista eran borrosamente negros.
Realmente llegué a odiarlo, a él y a todo el sudor que lo inundó.
Mi puño llegó hasta su mandíbula antes de que él pudiera advertirlo. mis manos picaron en placer. oí como el aire abandonaba sus pulmones.
y como le dolía. reí, debería doler, porque con ese mismo gancho había tirado a más tipos de los que me gustaría contar.
el tipo retrocedió a tropezones y casi cae, se apoyó del cofre del auto, intentando recobrar aliento, y lo rodeó.
estaba frente a mi. tenía la mejilla hinchada y un pequeño corte. sonreí satisfecho.
—no eres nada más que una mierda cobarde. -sonreí aun más ante su temblor-
—no, perdón, yo.. -di un paso y dio un respingo, asustadizo.-
—Aléjate de ella -lo miré, entrecerrando los ojos y apuntándolo, desafiante- aléjate de esta casa. no vuelvas a cruzar esta calle -dije con furia- si lo haces de nuevo, si te llego a ver, no volverás a hacer con nadie lo que pensaste hacer con ella -el tragó pesadamente y yo rebusqué en mi bolsillo. saqué mi navaja. No peleaba como un cobarde. yo peleaba con las manos. los imbéciles usan armas. pero lo traía conmigo. no era seguro andar por las calles desarmado con tantos hombres detrás de mi, clamando venganza por su arruinado orgullo tras mi puño. el hombre me miró con los ojos desorbitados. Desenfundé la hoja y la volteé en mi mano- soy muy hábil con la navaja, amigo -dije con veneno- Si quieres seguir viviendo con la mierda que cuelga entre tus piernas, no volverás a acercarte a ella. Y no dudaré. ¿Me entiendes? -le sonreí, sardónicamente-
—si, yo.. yo nunca más.. yo.. -estaba pálido, entonces me di la vuelta, terminando el asunto con este idiota, y me acerqué a ella, porque era lo que más me importaba ahora-
No me preocupé más por él, cuando me agaché para ver que tal se encontraba ella, oí las ruedas chillar contra el asfalto y el auto se perdió en las calles.
Guardé el cuchillo en mi bolsillo. no me interesa si llama a la policía por agresión o amenaza. no lo hará, porque no tiene las bolas necesarias.
Me agaché frente a ella. Estaba en el suelo, mirando atentamente a su pie. estaba algo hinchado. rayos.
—estás bien? -me sorprendí por el cambio de tono, entonces ella me miró.
se veía tan indefensa y sentí una enorme necesidad de protegerla, de evitar que algo como esto le vuelva a pasar. de evitar que siquiera un pétalo le lastime. lo sentía, ahí, inflandose, en mi pecho como un globo
necesitaba protegerla.
ahora.
antes.
siempre.
sus ojos estaban húmedos. no había lágrimas derramadas. pero estaban a punto. a punto de quebrarse.
Entonces, rompió el contacto visual, el puente que me había unido a ella por unos segundos, y miró de vuelta a su pie.
acerqué mi mano a su pie y toqué su delicada piel.
era tan suave. tan... suspiré. su pie palpitaba y ella hizo un gesto de dolor. aparté mi mano.
—te lo haz torcido -suspiré, frunciendo el ceño, esto es mi culpa- ven, déjame ayudarte.
ella no hizo nada.
Entonces pasé mis manos por debajo de sus rodillas y por sus hombros.
la tomé como a un bebé.
por que eso es lo que era.
Era un bebé, y tenía que aprender.
y ahora, que se veía tan indefensa lo comprendí.
sonreí.
porque yo iba a enseñarle.
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Greyson chance- Animal in the night
FanficNo era su destino ser siempre un animal. ¿o sí? Esta no es una historia de hombres lobo.