Capítulo 47: "Necesito ser"

385 43 0
                                    

comencé a caminar más rápido, procurando que mis pasos puedan no ser audibles. ya estábamos cerca de la casa de Lisa. ¿donde está bebé? el tipo se estaba alejando muy rápido, entonces comenzó a correr. mis pies antes que mi cerebro me mandaron a correr. y me encontraba haciéndolo. estaba corriendo detrás de él, veía mi aliento salir en una nube de vaho. dobló por una esquina y seguía oyendo sus rápidas pisadas, que aplastaban y arrastraban pequeños trozos de roca en el suelo húmedo. doblé por la esquina y a unos metros estaba él, ¿se habrá dado cuenta de que lo estaba siguiendo?

me sorprendí al encontrarle gritándole a un árbol 

—¡EH! -le grité, y el tipo se volteó, al encontrarse con mis ojos, me miró con terror; le golpeé el rostro, no lo soporté. estampé mi puño justo en su pómulo y se fue de espaldas. gruñó en el suelo- ¿donde está ella? -ladré, el tipo dio un respingo-

—el-ella ella es-est-est-

—¡DEJA DE TARTAMUDEAR PEDAZO DE PUTA MIERDA! -grité, mis ojos se cerraron porque comenzaba a ver borroso, sintiendo la sangre correr en mis oídos- ¿donde está? -exigí de nuevo antes de golpearlo, él negó-

—est-está en el árbol, en el árbol, Chance -dijo, y volví a golpearlo, oí como se movían unas ramas arriba. miré al tipo; me agaché y tiré de él con su playera en mis manos, entonces lo arrojé contra el árbol, calló al suelo por inercia y no se movió más. le convenía... 

me volteé y pude ver como bebé bajaba del árbol, tímida, sus ojos abiertos más de lo normal, su rostro pálido. entonces me miró y aquellos faros verdes se iluminaron. miré al tipo. 

—me-me pagaron por in-interrumpir la pel-pelea chance, p-per-perdón -dijo, estaba llorando. menuda mierda. me agaché y fruncí el ceño. 

—¿Quién te pagó? 

—u-uno de los qu-que apostaron 

—menuda mierda -le sonreí, y él sonrió de vuelta, entonces le golpeé en el rostro de nuevo y oí un gruñido, entonces estaba inconsciente-  

me volteé y ahí estaba bebé. 

—vamos a casa -murmuré, y ella no dijo nada. 

 comencé a caminar, pero no la oía seguirme, me volteé y ella estaba arrodillada en el suelo llorando. suspiré y me acerqué a ella. me arrodillé frente a ella, puse mis manos bajo sus rodillas y hombros para poder tomarle en brazos, pero ella dio un respingo y me gruñó. eso fue como un puto tímpano de hielo enterrándose en mi espina dorsal. 

—por favor, vamos rápido, así puedes encerrarte en tu cuarto, o no sé, pero por favor, vamonos, no quiero estar aquí...  

Ella gruñó de nuevo y se alejó de mi cuando intenté volver a tocarla. mis ojos se humedecieron, los cerré fuertemente y negué con la cabeza, intentando aclararme. mierda no. 

—so-solo, quiero irme, por favor -susurré, mi voz vacilaba entre tonos altos y bajos, mis párpados no pudieron soportar la cantidad de agua que mis lagrimales estaban generando, y las lágrimas simplemente comenzaron a rodar por mis mejillas. gruñí. esta mierda me estaba jodiendo. necesitaba, necesitaba que dijera que sí.

JODER SÍ. 

prefería una patada en los testículos. era menos doloroso. Ella no hizo ningún movimiento, por lo que decidí intentarlo de nuevo. lentamente la rodeé con mis brazos para terminar con ella dentro de ellos, la tomé en brazos al igual que a un bebé. escondió su rostro en mi cuello y suspiré. comencé a caminar rápidamente. su cuerpo no dejaba de temblar, ni el mio tampoco.  

llegamos a casa, que estaba en silencio. el televisor estaba encendido y pausado en una de las películas que probablemente había comprado yo para ella. miré su rostro y estaba dormida. suspiré pesadamente. entré a su cuarto y la deposité en su cama, ella se acomodó y apagué la luz. me sentía completo ahora, sentía un tipo de ensoñación y anestesia relajando el agujero negro que había estado creciendo dentro de mi pecho en las últimas horas.  

Caminé sin arrastrar los pies y cerré la puerta de su habitación, silenciosamente. entré a la mía y me senté en el blando colchón. suspiré fuerte. se sentía como una eternidad desde que había esto aquí. quité mi ropa y me quedé tan solo con mis bóxers y una playera, ya que no tenía calor exactamente. de hecho, sentía aún todo mi cuerpo frío. mi corazón congelado y mis pocas sensaciones entumecidas. necesitaba calor.

me recosté y cubrí con las mantas, mi mirada fija en el techo y mi corazón seguía latiendo a mil por minuto. me sentía extraño. la necesitaba. necesitaba dormir con ella, no podría conciliar el sueño, no sin ella; había desarrollado una maldita dependencia a su perfume y a su respiración junto a mi para poder descansar. cerré los ojos y suspiré. no podía dejar de pensar en ella. en perderla, ni poder dejar de pensar en tenerla. 

La tuve sin tenerla, la perdí sin tenerla y ahora la vuelvo a tener. pero siento que ahora podría tenerla y sí tenerla. gruñí y me removí bajo las mantas, mis extremidades entumecidas. no podría tenerla, yo le hacía daño. pero ¿cuantas cosas más en el mundo le harían daño? mierda, cientos. esperaba ser por lo menos algo que no le cause daño, por lo menos no tanto. 

necesitaba serlo. 

 

Greyson chance- Animal in the nightDonde viven las historias. Descúbrelo ahora