Capítulo 20: "Mar de aceite"

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Greyson:

Me quedé ahí, de pie. olvidado entre mis pensamientos y hundido en mi confusión. 
durante toda la noche. 

No me moví. siquiera recuerdo haber pestañeado. estaba como congelado. no quería despertar. 
no quería subir esas escaleras y averiguar que ahora no le agrado a __________.
si es que con suerte le llegué a agradar. 
siempre que me mira, me mira con desagrado. 

y eso me duele. 

Jodidamente me retuerce el estómago y no puedo hacer nada. se hunde dentro de mi y me infla el pecho.
es como si me estuviera reventando por dentro. llena todos los lugares. los lugares que creí había congelado, ella los estaba derritiendo.
estruja todos mis órganos y se pone en su lugar. 
En vez de estómago, tengo una secadora. que cuando la ve, se enciende y no deja de dar vueltas.
en vez de pulmones, tengo una aspiradora. que cuando la ve, se enciende y succiona aire de todas partes, pero no lo puede votar, pero nunca es suficiente. porque me asfixia. me ahoga. 
y en vez de cerebro, perfectamente podría tener un pedazo de esponja. ya que solo absorbo imágenes de ella, aún así, no lo puedo estrujar. 

aún así, no puedo escapar. 
estoy atrapado. 

Me veo dentro de sus ojos, como nadando en aceite. 
intentando salir a la superficie, tan jodidamente lento, que la mayoría de las veces, dejo que entre aceite en mis pulmones y me llene de su asquerosa viscosidad. 
siento como el óleo llena mis poros. como me asfixia lentamente. 
no puedo tan solo respirar. el aire me abandonó hace ya mucho tiempo, como un viejo amigo. 

¿Y si perdí su confianza? 

para cuando volví a mi, cuando volví en sí, era de día. 
Estaba todo iluminado. yo seguía ahí, de pie. 

Subí disparado por las escaleras, hacia el baño. tomé un par de toallas de mi habitación y me duche. 
dios, como quería limpiarme. 
me sentía ahogado aún. 
como bañado en aceite. 

Me sentía culpable y eso hundía mi estómago. joder, ¿siquiera podría comer?
después de secarme y vestirme, entré a la habitación de ella. 

Me sorprendió que ella no se ocultara bajo su cama. realmente. 

Ella seguía durmiendo, me senté junto a ella y se revolvió en la cama. 
su rostro se veía suave y sus labios relajados en su piel de leche. 

eran de un color rosa, al igual que un caramelo. 
dios, mi boca se hizo agua. 

no me gustan mucho los caramelos, pero juro que daría lo que sea por una probada de esos labios de caramelo. una mordida, tal vez.
se veía tan, a gusto. 
No quería despertarla. 
no quería incomodarla. 
siquiera quería tocarla. 

pero también quería hacer todo lo contrario. 
despertarla. 
bueno, claro que no incomodarla, pero sí, demonios, sí que quería tocarla. 

Acaricié con mi mano su mejilla, y noté como se puso tensa. 
su rostro se contrajo y ya no tenía esa expresión de relajo. 
uh. 

Abrió los ojos, iluminados completamente, pero cuando me vio, se apagaron. 
como si hubiese un interruptor. 

—oye -susurré, intentando ignorar el pellizcón que tiraba de mi estómago- ¿qué tal si me acompañas en la cocina? 

Su rostro mostró una gran cantidad de interés y eso me hizo explotar e inflar el pecho. 
uh, si no muero por su desprecio, será de un paro cardíaco. 

Ella me miraba, expectante, así que decidí explicarle. 

—me acompañas a hacer el desayuno? -sonreí y ella también, era adorable. asintió- muy bien, tienes que vestirte, está bien? yo iré abajo a preparar las cosas. 

ella asintió. 
sentí un alivio, tan jodidamente grande, aún así, estaba inquieto. 

salí de su cuarto y bajé a la cocina, preparé todo. iba a hacer hotcakes de nuevo, pero tendrían chocolate y algunas frutas. 
ella merecía alguna disculpa, antes, yo hacía esto en modo de disculpa a alexa, por llegar tarde o no ayudarla en algo. 
aún así, se lo haré a ella. 

porque anoche supe, que ella ahora es algo en mi vida. 
y creo que es un lugar jodidamente importante.

pero no estoy dispuesto a darle lugar. 
no en mi corazón. 
no en mis sentimientos. 

solo en la casa de mi madre, hasta que sepa valerse sola. 
porque ella es un océano de aceite, y me ahogaré en ella si intento nadar en una corriente que no es mía. 
porque yo prefiero océanos como Lizz, que son de agua, incluso de aire, porque son fáciles. porque no hay que luchar por algo, porque no hay algo que perder. 

Greyson chance- Animal in the nightDonde viven las historias. Descúbrelo ahora