Narra Adriana:
Por fin llegamos a casa y nos disponemos a hacer la comida. La verdad es que tenemos todo un poco desordenado porque apenas hemos pisado la casa desde que llegamos ayer, solamente para dormir anoche entonces tampoco hemos ido a comprar para llenar la nevera.
-Julia: vaya Alba, creo que cuando ofreciste tu propuesta de venir a comer aquí no te acordaste de que todavía no hemos ido a comprar y como consecuencia tenemos la nevera completamente vacía.
-Alba: ostras que despiste, pues a ver qué hacemos.
-Miki: hemos pasado por un super de camino para acá, que vayan dos y compren para hacer algo rápido.
-Joan: pues sí, si no vamos a acabar pidiendo comida otra vez y a mi me apetece algo más que una pizza para comer.
Me presté voluntaria para ir a comprar, soy una gran fan de la cocina y me apetecía preparar algo para comer. Lo que me extrañó fue cuando Carlos se ofreció a acompañarme a pesar de que ya lo había hecho Julia. Tampoco iba a negarme porque cargar con todo yo sola iba a ser un poco difícil y tampoco tenía tantas ganas yo de cocinarles .
-Carlos: ¿nos vamos Adriana?
-Adriana: sí, espera que cojo una bolsa para echar la compra (hay que contribuir al medio ambiente chicxss)
Una vez con la bolsa y el dinero y las llaves en mano nos dirigimos camino atrás otra vez al super que habíamos visto. Llegamos y deambulamos por los pasillos hasta encontrar el arroz, había pensado en hacer arroz a la cubana con algo más, así que cojo dos paquetes porque somos bastantes adolescentes hambrientos. Cuando seguimos buscando por los pasillos algo para hacer más Carlos se detiene.
-Carlos: voy un segundo a por una cosa que necesito esperame aquí.
Al principio me extraña esa huida tan de repente que ha hecho Carlos pero decido pasar de largo y seguir con mi búsqueda. Al poco encuentro una bandeja con salchichas así que no le doy más vueltas, total, comer lo que es bien no lo vamos a hacer este tiempo. Temo por mi aparato digestivo. Vuelvo al pasillo desde donde se había ido Carlos. Llego y me lo encuentro con una sonrisa nerviosa y con las manos metidas en los bolsillos, costumbre rara en él por lo menos en el poco tiempo que lo conozco. Me fijo un poco más y distingo un pequeño bulto bajo la tela de sus pantalones.
-Adriana: ¿se puede saber qué has cojido o tampoco?
-Carlos: es top secret, voy a pagarlo y te espero en la puerta.
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Efímeros
Teen FictionNo hay nada más deseado por un adolescente que las vacaciones de verano. Pero cuando parece que la cosa no podía ir a mejor se presenta el que a simple vista parece el mejor y más interesante viaje de tu vida: dos meses en Barcelona con tus dos mejo...