Narra Adriana:
Después de comprar todo lo que necesitábamos para la cena con Carlos, quedamos con los chicos para ir a cenar. Fuimos a la pizzería de siempre, la que fuimos la primera noche que estuvimos aquí y donde Alba y Joan se conocieron. Donde empezó toda esta locura. Esa famosa pizzería de nuestro barrio se ha convertido en nuestro lugar de reunión, cuando no sabemos a dónde ir siempre recurrimos a ella como solución. Pero ese día, al terminar de cenar, no nos apetece ir a casa todavía, así que fuimos a dar un paseo. Me acerco a Carlos desprevenidamente y susurro en su oido.
-Adriana: ¿qué tal Carlitos? -digo mientras rodea mis hombros con su brazo y me acerca a él-
-Carlos: pues muy bien ahora que estas conmigo.
-Adriana: mmm...Si es asi espero que aceptes la propuesta que tengo para ti.
-Carlos: ¿para mí?
-Adriana: sí, quiero que vengas mañana a cenar a casa, tengo una sorpresa para ti.
-Carlos: perfecto, se lo digo luego a los chico...
-Adriana: no -digo interrumpiendole- solos tú y yo -suelto, mientras una sonrisa pícara se instala en su rostro-
-Carlos: veo que te has tomado en serio lo de sorprenderme, pero...¿y Julia y Alba?
-Adriana: ellas sí que han quedado con sus chicos mañana, van de salida de parejitas.
-Carlos: ¿entonces tenemos la casa para nosotros solos?
-Adriana: toda enterita, a las 10 te quiero allí puntual.
-Carlos: allí me tendrás -dice besando tiernamente mi mejilla-
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-Adriana: ¡joder! Estoy muy nerviosa
-Alba: ¿te quieres tranquilizar? Es sólo una cena
-Julia: no es sólo una cena, es cena y polvazo después.
-Alba: ¿¡qué?!
-Adriana: me obligó ella -admite señalando a Julia levantando las manos en señal inocente-
- Julia: oh vamos, no me digas que no es una ideaza, lo va a tener rendido a sus pies.
-Alba: ¿y cómo estáis tan seguras de que eso va a pasar?
-Julia: tenemos garantías.
-Alba: ¿qué clase de garantías?
-Adriana: ven - dice cogiendo a la rubia de la mano camino a su habitación. Ya allí abre uno de los cajones de la mesilla y de él saca el conjunto de lencería que compró con Julia el día antes y lo muestra para que Alba lo vea-
-Alba: sois demasiado enserio - dice bajando al salón de la casa y cogiendo su bolso-
-Julia: nos vamos Adrianita, lleva mucho cuidado no nos quemes la casa que perdemos la fianza, y aprovecha, pero siempre con protección -suelta de golpe abriendo la puerta principal-
-Adriana: lo mismo os digo.
Sube otra vez a la habitación y allí se coloca el conjunto, aún no estoy del todo segura de lo que voy a hacer, pero es ahora o nunca.
Pocos segundos después de volver a vestirse vuelve a sonar el timbre de casa, y ahora sí que sí, llegó el momento tan esperado.
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Efímeros
Подростковая литератураNo hay nada más deseado por un adolescente que las vacaciones de verano. Pero cuando parece que la cosa no podía ir a mejor se presenta el que a simple vista parece el mejor y más interesante viaje de tu vida: dos meses en Barcelona con tus dos mejo...