Capítulo 11

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Narra Adriana:

Manda cojones con este niño. No sólo no me explica nada, sino que además me hace esperarme a que el pague su top secret. Se me han juntado las ganas que tengo de volver a casa y comer con la mala leche que me ha puesto así que decido moverme un par de pasillos más a la derecha e intentar espiarlo. No os imagináis una escena típica del FBI, yo soy más bien patosa y hay gran posibilidad de que me pille, así que extremo las precauciones . Me asomo un poco por el pasillo cuando le toca el turno y veo que le entrega a la cajera una caja pequeña. No he podido ver bien de qué. Pero no se si por alguna alineación de los astros o que el karma se lo ha devuelto, cuando la cajera pasa la caja por el sensor para cobrarle, la gira en mi dirección y ahora sí puedo ver con claridad que mi querido Carlos ha comprado una caja de condones.

¿Pero este chico no me había dicho que no tenía pareja? Hombre tampoco sería de extrañar que con lo jodidamente bueno que está se tire a más de una cada semana. Debe de ser eso porque otra explicación no le encuentro. Lo que no entiendo es por qué no quiere que vea eso. No es nada extraño comprar condones con nuestra edad y eso es bueno, significa que siempre va preparado. A lo mejor lo ha hecho con otras intenciones que no quiere que sepa. Por eso decido hacerme la tonta y salir y pagar en otra caja distinta. Salgo del super y lo veo en la puerta esperándome. Ya no lleva bulto en los bolsillos, ¿donde leches los habrá metido? Adriana para de pensarlo, no es de tu incumbencia lo que haga Carlos en su intimidad. O quizás si...

EfímerosWhere stories live. Discover now