Efímeros

Capítulo 17

Narra Adriana:

Salgo fuera para secarme con la toalla que me ha dejado Carlos y coloco la mía al sol para que se seque lo antes posible. Me entretengo un rato hablando con las chicas y entró en la casa. Allí se encuentran Joan y Miki en el sofá jugando con la consola que estaba en la casa cuando llegamos, pero lo que más me extrañó fue no ver a Carlos allí.

-Adriana: ¿sabéis donde se ha metido Carlos chicos?

-Miki: ni idea, antes ha pasado y nos ha dicho que iba a dar una vuelta pero nada más.

¿A dar una vuelta? ¿A qué clase de persona se le ocurre salir a dar una vuelta a las 16.00 de la tarde en pleno julio con el calor que hace? Posiblemente a una que este cabreada conmigo y necesitara despejarse. Si es que ¿como se me ocurre enfadarme por una tontería así? Parecía una novia celosa o algo por el estilo, y a él no ha debido sentarle nada bien que me fuera así de repente.

-Adriana: tengo que ir a buscarlo, ¿sabéis por donde puede estar?

-Joan: ni idea, te paso la ubicación de su casa para que vayas a ver si está por allí.

-Adriana: vale gracias, llamadme si vuelve aquí.

Me pongo la ropa que llevaba antes todo lo rápido que puedo y salgo corriendo de casa tras haber cogido las llaves. Espero poder encontrarlo antes de que sea tarde.

Esto es inútil. Llevo dos horas buscando una persona por una ciudad enorme que no he visitado en mi vida y de la cual no conozco ni una sola calle. Y para colmo estoy segura de que me he perdido y ya esta casi de noche. No tengo ni idea de cómo voy a volver. Me siento en el primer banco que pillo y apoyo mis codos sobre las rodillas tapandome la cara con las manos. ¿Por qué tengo que ser tan tonta cuando conozco a alguien? Por fin conozco a alguien que merece la pena y con quien todo va bien y la he liado el mismo día. Definitivamente, soy un desastre.

Cojo mi móvil y pruebo a llamarle. Con un poco de suerte me contestará y no me mandará a la mierda por mucho que me lo merezca. A los tres tonos me lo coge y no me quiero ni imaginar mi cara de emoción al escuchar su voz.

-Carlos: ¿Adriana?

-Adriana: dios Carlos lo siento muchísimo -suelto a punto de llorar- ¿dónde estás? Miki y Joan me han dicho que estabas dando una vuelta y he salido a buscarte pero no tengo ni idea de donde estoy y necesito hablar contigo.

-Carlos: espera, no te muevas, dime donde estas y te recojo.

-Adriana: en la calle (insertad calle de Barcelona) te espero.

-Carlos: de acuerdo no te muevas, enseguida estoy ahí.