Capítulo 31

51 3 4
                                    


Narra Adriana:

-Adriana: ¿ah si? Que detallista te has vuelto.

-Carlos: y lo que te queda aún por ver... Voy a ir a mi casa a prepararme, a las nueve te paso a recoger -dice mirando la hora en su móvil-

-Adriana: hecho, nos vemos a las nueve.

Y se va, dejándome más desconcertada de lo que había estado en mi vida. Un estallido de felicidad y emoción se concentra en mi estómago, nunca antes había tenido tantas ganas de salir con alguien, y mucho menos si se trataba de un chico. Las pocas parejas que he tenido surgieron a partir de rollos de una noche, y como era de esperar, no puedes enamorarte de una persona que conoces de una noche y esperar que seáis la pareja más feliz del mundo. A los dos meses como mucho terminábamos. Con Carlos siento que es totalmente distinto, que con él si puede ser de verdad. Que podemos hacer las cosas poco a poco, ir conociendonos el uno al otro y forjar una relación duradera. Lástima que para una vez que la vida me pone delante a alguien que de verdad merece la pena, el tiempo y la distancia me lo arrebatan quizás para siempre. Aún asi no pienso dar nada por pedido. ¿No dicen que la esperanza es lo último que se pierde? Pues yo por una vez voy a hacer caso a los dichos y voy a poner todo lo que esté en mi mano por hacer que el tiempo que pase con Carlos sea inolvidable. Seamos o no pareja o simples amigos, lo importante es ser.

Sin demorarme más me preparo, al final me decanto por un vestido rojo no muy formal y unas sandalias negras con un poco de plataforma, no vaya a ser que empecemos con las caídas. Soy un desastre con los tacones sí lo digo, así que mejor precavida. Estoy terminando de meter las cosas al bolso cuando tocan al timbre. Mi príncipe azul ha llegado. Supongo que Miki y Joan le abren la puerta porque suben hasta mi habitación los tres, y por lo que he podido escuchar mientras subían, le han estado diciendo cosas como: "tío, siempre con protección" y esas chuminadas. ¿Cuándo se van a enterar de que no vamos a hacer nada? Pese a que he podido comprobar más de una vez que tiene un cuerpo escultural, las cosas como son.

Carlos me lleva a un restaurante bastante formal la verdad y la cena transcurre con total normalidad. Hablamos sobre nuestras vidas y nos conocemos más mutuamente, y por eso debo decir que Carlos es mucho más interesante de lo que parece. Es una persona inteligente y sensible, con carácter y fuerza de voluntad.

-Carlos: creo que va siendo hora de que te enseñe la sorpresa que tenía preparada, espero que te guste porque sino estoy perdido -dice soltando una risa nerviosa-

-Adriana: seguro que si -digo acariciando sus brazos-

Nos miramos a los ojos y son menos de dos segundos los que tarda en cogerme la mano y encaminarnos hacia dios sabe donde...

EfímerosWhere stories live. Discover now