Efímeros

Capítulo 45

Narra Alba:
Tardé lo que me pareció una eternidad en recuperar el ritmo respiratorio  constante, y cuando lo hice, me giré hacia Joan.
-Alba: te quiero -dije-
Sonrió, pasándonos las sábanas por encima y me abrazó.
-Joan: yo también te quiero -susurró-
Probablemente ninguno sabría decir cuál de los dos se durmió antes, pero sí que ambos lo hicimos con una sonrisa en la cara.
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Un estruendo hace que me despierte, seguido de unas risas, provenientes de fuera de la habitación. Mi cuerpo se activa poco a poco y giro mi cuerpo hacia el lado contrario de la cama. Joan se encuentra todavía durmiendo plácidamente, así que decido salir yo sola intentando no hace ni el más mínimo ruido, sonriendo como una boba tras volver a vestirme y acordarme de todo lo acontecido la noche anterior.
Sigo las voces hasta llegar a la cocina, lugar del que proceden y una vez allí me encuentro a Carlos y Adriana.
-Carlos: hombre pareja, por fin aparecéis.
-Alba: en realidad Joan sigue durmiendo.
En ese momento la puerta de casa se abre y Miki se abre paso a través de ella con varias bolsas en la mano.
-Miki: espero que al menos cambiéis las sábanas, cochinos.
No. No puede ser. No ahora.
-Alba: ¿cómo?
-Miki: ¿te piensas que estamos sordos? Estuvisteis Joan y tú "de fiesta " hasta tarde, tú ya me entiendes - dice depositando todas las bolsas que traía en la encimera de la cocina-
La vergüenza que siento y el ardor en mis mejillas son más que notables.
-Adriana: que no te de vergüenza, al menos vosotros os lo pasateis bien -admite, mirando a Carlos con cara acusadora-
-Carlos: ¡oye!
-Alba: tranquilo, cambiaré lo que haga falta cuando Joan se despierte.
-Miki: anda que sí, unos que ya han follado y otros que son amigos con derecho a roce. El caso es que aquí el único que no se come una rosca soy yo -suelta aparentemente indignado-
-Alba: la verdad es que no sé a qué esperas a mover ficha con Julia.
-Miki: de hecho, le estoy preparando una sorpresa para hoy, tenéis que llevarla a la playa esta noche y le voy a preparar un picnic para hacer allí.
-Alba: jo le va a encantar el plan, Julia es super fan de la playa. Desde que se fue de Cádiz la echa mucho de menos.
-Miki: ¿Julia es de Cádiz?
-Alba: Ella nació allí sí, pero a los pocos años se mudó a Murcia, a dónde vivimos ahora. En Cádiz  tenía su casa al lado de la playa y estaba allí prácticamente todos los días del año, fuera invierno o verano. Por eso cuando desde que se mudó la echa mucho de menos, aunque en Murcia también hay playas, pero hay que hacer bastante trozo en coche y no siempre podíamos ir.
-Miki: esta chica es una caja de sorpresas.
-Adriana: te la vas a ganar enseguida, ya verás.
-Carlos: ¿y si despertamos a los demás y vamos a hacer algo? Me apetece mucho ir a un parque acuático
- Adriana: sii -dice saltando de ilusión como una niña pequeña-
-Alba: pues no se hable más, vamos a llamar a los dormilones.
Carlos y Miki son los encargados de despertar a Julia y Joan, yéndose Carlos hacia la habitación de Joan y Miki hacia la suya con Julia.
Vuelven cada uno a su casa para coger las cosas necesarias y cuando están todos listos, se reúnen en su punto de encuentro.
Llegan a su destino y tras instalarse se meten todos en el agua. Pasan un rato jugando con la pelota dentro del agua hasta que Carlos y Adriana deciden irse a tirarse por los toboganes del parque.
Van hacia su toalla para secarse un poco antes de subir los escalones, pero antes de llegar Carlos divisa a lo lejos cómo una persona se acerca hacia ellos. Una persona que por supuesto no era de su agrado ni venía con buenas intenciones, al menos de eso estaba seguro.