Narra Julia:
Estábamos Miki y yo desayunando tan tranquilos cuando se me pasa una ligera idea por la cabeza.
-Julia: oye, Alba y Adriana no estaban cuando me he levantado, ¿sabes algo de ellas?
-Miki: mmmm pues...creo que se han ido a hacer la compra... sí, debe ser eso -afirma rascándose la nuca nervioso-
-Julia: -frunzo el ceño- Miki, escupe, ¿dónde están?
-Miki: se han ido con los chicos porque yo se lo pedí, quería que este día fuera sólo tuyo y mío, tenemos varios planes para hoy así que ya puedes prepararte que en diez minutos nos vamos.
-Julia: ¿planes? Menudas sorpresas me preparas, aquí sabéis todos siempre las cosas menos yo -admito cruzándome de brazos indignada-
-Miki: eres una bebé -suelta dándome un pequeño toque en la nariz que me hace arrugarla, gesto que me parece de lo más bonito- vamos, date prisa, que vamos a llegar tarde.
-Julia: está bien, está bien, ya voy.
Me preparo igual de rápido que un rayo y cuando bajo ya está Miki esperándome.
-Juli: y, ¿dónde me vas a llevar, señorito misterioso?
-Miki: es una sorpresa Julita, no adelantes acontecimientos. Vamos, tengo el coche fuera.
Salimos y tras un rato de camino empiezo a reconocer el camino. Vamos dirección a una playa a la que fuimos hará pocos días.
-Julia: espero que no me estés llevando a la playa porque no me has avisado de que me pusiera bikini.
-Miki: no te lo he dicho porque no quería que supusieras nada de antemano, pero tranquila, las chicas me dieron el otro día uno tuyo para que te lo trajera.
-Julia: hay que ver cómo estás en todo...
Aparca en un descampado frente a la arena y nos bajamos, saca del maletero una bolsa con los bañadores de ambos y paramos en el aseo de un chiringuito a cambiarnos. Bajamos a la playa y entonces comprendo la razón por la que me ha traído aquí: hay una especie de estación de motos de agua enorme. Además de varios obstáculos hinchables en el agua para hacer el camino más emocionante. Sabe que me encantan y a él también y no ha podido ser una decisión más acertada.
-Miki: espero que te guste la sorpresa, desde que te conocí y nos montamos en la moto en aquella playa cada vez que veo una me recuerda a ti, además, ahí me empezaste a llamar la atención en cierto modo, y no encontraba mejor manera de proponerte lo que quiero decirte. No me pongas esa cara de susto, que no es nada malo. Sabes de sobra que me gustas muchísimo Julia, y creo que ese sentimiento puede ser mutuo. Cada vez que nos besamos es como si tocara el cielo. Además, cada vez que veo a Carlos y Adriana o Alba y Joan en plan pareja no puedo evitar pensar que nosotros podríamos estar igual y que estamos desperdiciando el tiempo, ¿por qué no lo intentamos? Nos queremos y es lo único que hace falta. No perdamos esta oportunidad, quiero estar contigo Julia.
YOU ARE READING
Efímeros
Teen FictionNo hay nada más deseado por un adolescente que las vacaciones de verano. Pero cuando parece que la cosa no podía ir a mejor se presenta el que a simple vista parece el mejor y más interesante viaje de tu vida: dos meses en Barcelona con tus dos mejo...