Capítulo 61

35 0 0
                                    

Narra Alba:
Los días iban pasando y nuestra relación con los chicos se iba fortaleciendo cada vez más. Adriana y Carlos estaban saliendo por fin. Ya era hora, aunque he de decir que a veces son empalagosos de más, pero nos alegramos tanto por ellos que nos da igual. Entre Julia y Miki el tonteo era también más que evidente, y la tensión y las ganas entre ellos cada vez más insostenibles. Julia nos contó que se habían besado pero nada más. Pero yo sabía y tenía la certeza de que algo sucedería entre ellos pronto. Y Joan y yo...bueno. Las cosas entre Joan y yo eran algo complicadas. Nos queríamos, ambos éramos conscientes, pero no nos atrevíamos a dar el paso, al menos no yo. Me era inevitable sentir miedo al pensar en qué pasaría después de que el verano se acabara, qué pasaría cuando la preciada burbuja en la que vivíamos y que tanto nos había costado construir se rompiera. Aunque de nosotros dependía el que se rompiera de buena manera o no.
-Adriana: ¿en qué piensas, Alba? -pregunta sentándose a mi lado en el sofá. Eran como las once de la noche y yo estaba sola, sentada en el sofá de la casa con una taza de café en mis manos. Se me hacía imposible dormir, aunque creo que el café tampoco ayudaba; con la mirada ausente y perdida en mis pensamientos-
-Alba: no en nada, estoy cansada, la playa me ha dejado agotada hoy -mentira. Seguía pensando en Joan, para no variar.-
-Adriana: creo que ya es un poco tarde para que me mientas ...
-Alba: tengo miedo, Adriana -admití soltando un suspiro- Nos queremos pero siento que las condiciones no están de nuestra parte, ¿qué pasaría si empezamos a salir y al irnos, acabamos mal? No quiero sufrir más por esto, no ahora. -solté mientras una lágrima recorría mi cara. Esta situación empezaba a cansarme.-
-Adriana: ay Albita, que malo es el amor a veces -dice achuchandome contra ella abrazándome- Se que estáis en una situación difícil, pero míranos, Carlos y yo estamos juntos y lo de Julia y Miki es cuestión de tiempo. Y te aseguro que no podemos ser más felices. Tú misma has dicho que os queréis, de sobra, ¿por qué no disfrutais del tiempo que podéis estar juntos? Esta situación tampoco os hace bien a ninguno de los dos, no tenéis por qué estar pasándola, de vosotros depende. Tenéis lo que necesitáis para estar juntos y disfrutar el uno del otro el tiempo que haga falta. Déjate llevar Alba, a veces es necesario.
-Alba: tienes toda la razón -y como si de una exhalación se tratase me levanto del sofá, cojo mi bolso con las llaves y mi móvil y salgo de casa, no sin antes agradecerle a Adriana por todo una vez más. Corro como si mi vida dependiera de eso hasta casa de Joan, la gimnasia nunca ha sido lo mío así que llego casi jadeando y me tengo que apoyar sobre mis rodillas para recuperar el aire. Toco al timbre y me abre él, despeinado, con el flequillo cayéndole sobre la frente, sin camiseta y con unos pantalones de chándal. Abre significativamente los ojos mostrando sorpresa y cuando intenta formular alguna palabra con su boca, sorprendido de tenerme aquí tan tarde, me lanzo hacia él y beso sus labios con desesperación, como poniendo en ese beso todas las ganas que tenía de estar junto a él por fin sin preocupaciones.

EfímerosWhere stories live. Discover now