Capítulo 46

46 1 3
                                    

Narra Adriana:
Voy con Carlos hacia donde hemos dejado nuestras cosas para secarnos e irnos a los toboganes. Llego y cojo la mía y cuando me doy la vuelta veo a un Carlos medio descompuesto. La cara le ha cambiado a un semblante más serio y veo que mira hacia un punto del parque con una mirada de entre odio y sorpresa. Observo hacia donde mismo mira él y veo a una chica de más o menos nuestra edad acercándose hacia aquí. Morena, con el pelo largo y oscuro y, para qué mentirnos, unas curvas que harían que cualquiera se perdiera en ellas. Observo como llega a la altura de Carlos y cuando ella se tira a darle un abrazo, él la rechaza. No se qué pensar al respecto de eso. Siguen hablando aunque Carlos parece querer evitarla a toda costa. Cada vez está más enfadado. Sus puños hace rato que se apretaron con fuerza y siento que si ni intervengo va a acabar haciendo algo que a ninguno nos gustaría ver.
-Adriana: Hola -digo para después ignorar a la chica- Carlos mi vida, ¿vamos a los toboganes?
-Chica: Hola, creo que no nos han presentado, soy Natalia, ex novia de Carlos.
Boom. Sus palabras impactan en mi como si una bomba hubiera caído a apenas metros de nosotros. ¿Tanto tiempo que hemos pasado juntos y no ha sido capaz de decirme que tuvo novia?
-Marga: y por lo que veo, tú debes de ser su actual pareja - dice con una sonrisa socarrona-
Busco a Carlos con la mirada, no se si pidiendo una explicación o una solución a lo que acaba de pasar. Es entonces cuando noto que sujeta mi mano con firmeza. Él no aguanta más esta situación y yo tampoco. Siento que esto sólo nos va a traer problemas.
-Carlos: Marga, vete por favor. Ya has hecho y dicho bastante.
-Marga: ¿qué pasa? ¿Es que tienes miedo? ¿O es que acaso no le has dicho a tu noviecita lo tu gran secreto y lo que me hiciste?
-Carlos: aquí la única que hizo algo malo fuiste tú, que eres una mentirosa.
-Marga: no te sirve de nada acusarme sin pruebas. Aunque lo que más me duele de todo esto es que a día de hoy lo sigas negando, el daño ya está hecho Carlos, pero más que repararlo lo único que consigues es empeorarlo.
No sé ni tengo idea de qué dicen ni a dónde va esta conversación. Sólo se que el agarre de Carlos sobre mi mano cada vez es más fuerte y no está dispuesto a soportar esto mucho más.
-Adriana: ya está bien, nos vamos.
Y sin demorarnos un segundo más arrastro a Carlos de la mano en dirección contraria. Este asunto cada vez tiene peor pinta.
-Marga: ¿dónde vas? ¿tanto miedo tienes de los secretos de Carlos?
-Adriana: no le tengo miedo a nada de Carlos, si es que lo que quieres saber -respondo sonando dura- Habla, si es tan fuerte ese secreto.
-Marga: ¿nunca te ha contado que estuvimos juntos? ¿ni por qué lo dejamos? A lo mejor es que porque es un cobarde que sólo sabe huir en los momentos en los que más se le necesita.
-Adriana: ¿sabes que no me importa nada que tenga que ver con el pasado? Las personas cambian.
Marga ríe y asiente, acercándose a nosotros .
-Marga: iré al grano entonces, hace un año y poco que estuvimos juntos, éramos muy felices y todo pintaba de maravilla hasta que un día me noté algo raro. Hacia tiempo que debía haberme bajado la regla pero ese mes no me vino, me encontraba bastante mal, y los mareos y las náuseas aparecían día sí y día también. Temia que podía estar embarazada y sentí miedo en ese momento, no me veía preparada para ser madre puesto que acababa de cumplir los 18. Me hice la prueba y mis temores se confirmaron.  Y cuando fui a comentarselo a Carlos, ¿cuál fue mi sorpresa? Que huyó como un cobarde, y me dejó sola ante esa situación que me comía.

EfímerosWhere stories live. Discover now