Narra Carlos:
-Carlos: te propongo un plan mejor: vamos a mi casa, te presto ropa de mi hermana y te duchas y pedimos unas pizzas y cenamos tranquilamente viendo una peli.
-Adriana: me parece perfecto, voy a avisar a Alba y Julia para que no nos esperen.
Llegamos a mi casa y me doy cuenta del desorden que dejamos armado la noche anterior cuando dormimos aquí Miki, Joan y yo. ¿Alguna vez cambiaremos?
-Carlos: siento mucho el desorden pero es que anoche dormimos aquí los chicos y yo.
-Adriana: tranquilo, nosotras porque no tenemos ni comida en el piso que sino estaría igual.
-Carlos: ven, que subimos a la habitación de mi hermana y cogemos algo de ropa para que puedas cambiarte.
Subimos a la habitación de mi hermana y cogemos lo más cómodo que vemos, unos pantalones cortos de chándal y una camiseta de manga corta es lo poco que podemos rescatar ya que mi hermana se llevó casi todo el armario a Marbella con mis padres.
-Carlos: la segunda puerta a la izquierda es el baño, en la estantería tienes toallas que puedes coger. Cualquier cosa me gritas, que voy abajo a pedir las pizzas, ¿de qué quieres la tuya?
-Adriana: cuatro quesos, y gracias por todo Carlos-dice dándome un beso corto en la mejilla y metiéndose al baño cerrando la puerta-
Sonrió como un tonto tras ese gesto, quedándome parado en mitad del pasillo. ¿Cómo puede ser que con un gesto tan insignificante ya haya conseguido arrancarme una sonrisa de tonto? Lo cierto es que es una chica especial, tanto ella como sus amigas. Está muy lejos de las típicas pijas tontas. Es una chica con carácter y temperamento que no se deja pisar por cualquiera. Pero tras esa faceta dura que se empeña en mostrar, estoy seguro de que se esconde una Adriana mucho más sensible, más misteriosa y más atena. Y hoy me ha demostrado esa faceta más suya al preocuparse por mí y salir como una loca a buscarme por una ciudad enorme que ni siquiera conoce. Y tengo que admitir que eso me encanta.

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Efímeros
Teen FictionNo hay nada más deseado por un adolescente que las vacaciones de verano. Pero cuando parece que la cosa no podía ir a mejor se presenta el que a simple vista parece el mejor y más interesante viaje de tu vida: dos meses en Barcelona con tus dos mejo...