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—Título: Victoria —Autor: ManuBu97 —Categoría: One shot —Estado: Terminado —Advertencia: Ninguna —Tema: Clichés(Del amor al odio) —Pareja: Victoria y Alan —Cantidad de palabras: 11512 —
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— ¡Victoria! ¡Que sea la última vez que te llamo! —Escucho a mi madre llamarme por quinta vez a través de la puerta y no la culpo, ya era hora de estar arreglada sino quería tener problemas por llegar tarde a la escuela. Hoy empiezan las clases de mi último año y por fin después de este año, podré salir de este lugar. He estado ansiosa por ir a la universidad desde hace años y ahora estoy tan cerca de ella que no puedo controlarme, voy con mil ganas de verdad, pero ahora solo puedo observar por la ventana de mi cuarto y suspirar, quiero dormir hasta las cinco de la tarde, solo he dormido tres horas, no entiendo porqué me dejé convencer de Rose para quedarnos hablando hasta tarde, sabiendo que tendríamos clases al otro día o en unas horas.
¡Más te vale tener las mismas ojeras que yo, Johnson!
Me di una pequeña ducha, no podía ir el primer día de clases oliendo como vagabundo, de pronto a final de año sí, pero al principio no. Me puse el uniforme y tomé mi bolso, bajé para tomar la tostada y el chocolate que tenía mi madre para mí en la mesa de la cocina. Evité a toda costa su mirada de reproche y postura con brazos cruzados. No tenía que trabajar hoy por lo que puedo deducir que está odiándome por quitarle tiempo de descanso. Lo siento mamá pero ¿no puedes apoyar a tu hija destruida por hoy? Le sonreí mientras tenía la tostada en mis dientes.
— ¡Muévete, te lo comes en el auto, ya vas tarde! ¡Victoria Roberts! —dijo tomando mi mochila, estoy en serios problemas, me aterra cuando dice mi nombre con el apellido de mi padre, eso siempre pasa cuando está furiosa. Le di un gran sorbo al chocolate y saqué una botella de agua de la nevera, no tendría tiempo de cepillar mis diente, al menos los juagaría en el auto. Mientras salía escuché el claxon del auto, estaba furiosa, tal vez hoy no llegue a clases, es muy probable que me mate primero.
—Ya voy, mamá —dije subiéndome al asiento del copiloto con cuidado de que no se me callera la tostada ni la botella de agua.
—¿Culpa de quién que estés llegando tarde a tu primer día de clases? ¿Ah? ¿No te da vergüenza que te vean llegar tarde? ¿Dónde quedó tu espíritu escolar? Tú no eres así —reclama mientras comienza a conducir casi como una loca, definitivamente no llegaré viva o me mata o nos matamos. Trago mientras puedo para no ahogarme con la comida a la mitad de mi garganta.
—Lo siento, mamá, me acosté muy tarde y no pude levantarme más temprano, no volverá a pasar —dije mientras seguía comiendo mi tostada, estaba deliciosa. ¿Qué le echa mi mamá a su comida que siempre queda deliciosa?
