15. Vendetta|AbbyWesselhoft

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Título: Vendetta.
Autor: AbbyWesselhoft
Categoría: Historia corta
Género: Narrativo
Advertencia: Ninguna
Tema: “Clichés: Venganza y luego se enamora.
Cantidad de palabras: 3620.

Siempre me he preguntado ¿cuál es mi propósito en esta vida? Pero lamentablemente, siempre obtengo la misma respuesta, nada

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Siempre me he preguntado ¿cuál es mi propósito en esta vida? Pero lamentablemente, siempre obtengo la misma respuesta, nada. Mis amigos me dicen que debo de dejar mi orgullo de lado, porque así, nunca me pasarán cosas buenas. Mi familia es dueña de una gran cadena de restaurantes familiares, donde por cierto, trabajo. Ya que según mi padre, es una manera de reforzar mi “experiencia laboral”. No puedo decir que mi personalidad sea extrovertida, solo puedo decir que soy una gorda que solo vive su vida sin querer molestar a nadie. Un día, un grupo de adolescentes entro al restaurante, sabía bien quienes eran… Mis compañeros.

—¡Gorda! ¡Queremos que nos atiendas! —La voz de Stephen sonó en casi todo el local y las pocas personas que estaban allí comenzaron a reírse. La encargada del lugar me hizo señas para que fuera, así que sin ganas lo hice.

—Bienvenidos a “Joys Smart” ¿qué puedo servirles? —dije mientras sacaba mi block de notas.

—Las chicas quieren una ensalada, esa que tú también deberías de comenzar a comer ahora, así bajas ese volumen de grasa que tienes. Y nosotros queremos una hamburguesa… —Omití su comentario, y hablé:

—¿Y de beber?

—Solo jugo de naranja para todos, aunque… no te vendría mal que te tomes uno… —Seguí ignorando sus palabras, sonreí y dejé el pedido en el mostrador. Cuando lo terminaron de preparar, lo llevé.

—Perdonen la demora, aquí está su pedido… —Coloco la bandeja sobre la mesa y dejó cada plato a su respectivo dueño, antes de irme, Stephen me agarra con fuerza del brazo e incrusta una hamburguesa en mi rostro, ensuciándome por completo.

—¡Come gorda! ¡Come! —Seguía embadurnando la comida en mi rostro. Todos rieron y se burlaron de mí.

Salí corriendo a los vestidores, donde abrí el grifo del agua fría y me quedé allí sentada mientras abrazaba mis piernas. Pasado un buen rato, me levanté y cambié la ropa. Volví a casa luego de eso. Fingí cómo siempre que todo estaba bien, al entrar a casa, mis padres estaban por irse a una cena de caridad. Al día siguiente, me alisté para ir a la universidad y baje a desayunar. Mi madrastra, ya que mi madre biológica murió cuando tenía nueve años, preparó el desayuno, para ellos algo liviano y para mí todo grasoso. Comí y me fui, sin poder ver a mi padre. Al llegar, habían muchas fotografías mías pegadas en la pared, agarré una de ellas y se podía ver cómo Stephen estampaba la hamburguesa en mi rostro. Todos se burlaban de mí, hasta me chocaban mientras caminaba por el corredor. El día terminó y mi ánimo caía por los suelos, lo único que me animaba a salir adelante, era que este era el último año. Pronto sería una empresaria, ya que me haría cargo de la compañía de papá, pero me mudaría a otro país, ya que nos hemos extendido a varios países. Los meses pasaron y mientras trabajaba, Stephen y sus secuaces entraron, pero está vez ellos solos.

Los Talentos De StrawBayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora