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—Título: Memorias de un asesino —Autor: pmeme1105 —Categoría: terror, —Estado: terminado —Advertencia: tiene escenas violentas, descritas un tanto a detalle. —Tema: clichés, síndrome de estocolmo —Pareja: doctor william, nagato —Cantidad de palabras: 3864
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MEMORIAS DE UN ASESINO
Hace un tiempo por las calles de una ciudad olvidada, destilaba sangre como agua que se escapa, era algo tan común que sus habitantes solo optaron por ocultarse antes del anochecer, los que no soportaron esta rutina simplemente se fueron de la ciudad buscando un lugar con menos olor a muerte, una pequeña minoría iba al psiquiatra para ser tratados ya que era común el desarrollar tipos de enfermedades mentales, desde la ansiedad hasta la pérdida de la cordura, quién diría que en esta recóndita ciudad habitaría unos de los más renombrados psiquiatras, fue nombrado así ya que él era un tanto especial en su forma de trabajar, siempre recomendado por todos, uno al que podrías depositar tu entera confianza y aunque algunos pacientes de dicho doctor hubiesen fallecido, seguía teniendo buena fama, su nombre era William.
Recibía elogios constantes dentro y fuera de la ciudad, un carácter resaltable en él era el poco gusto que le encontraba a mentir y al que le mintieran, era la mayor ofensa, bueno, algo destacable se diría; en las vacaciones de verano regresaban los hijos de aquellos que habían partido para buscar un mejor futuro fuese estudiando o trabajando, uno de esos jóvenes que regresó a casa de sus familiares era Nagato, se había ido a estudiar lenguas extranjeras, tan solo le faltaba terminar su tesis para graduarse. A pesar de ser un chico prodigio con una familia amorosa sufría constantemente porque no recordaba su infancia o eso creía, solo tenía la sensación de que así era, tuvo un colapso nervioso lo cual hizo que actuara como mecanismo de defensa el borrado absoluto de sus recuerdos más preciados y antiguos.
Después del incidente sus padres no hablaban del pasado, solo decían lo necesario, lo cual, hacía que el ambiente familiar se tornara extraño. Nagato no sabía nada acerca de los asesinatos en serie que sufría la ciudad así que salió en la noche para tomar aire y caminar cerca de su vecindario, todos los habitantes lo observaban temerosos desde sus ventanas a medio abrir mientras el solo caminaba. En el trayecto del camino se encontró con un hombre alto, apuesto, algo mayor, era William, el psiquiatra de la ciudad. Este solo lo observó y saludó mientras se cruzaban, fue algo extraño para Nagato quien sintió haberlo conocido sin embargo, no se atrevió a preguntar.
Al regresar a su casa, cenó tranquilo y se fue a dormir, mientras dormía soñó con aquel hombre que se había encontrado previamente, soñó con su rostro pero más joven, mientras que él era un niño, este hombre le daba flores todas las tardes y le enseñaba a leer en latín, hasta este punto era un sueño recurrente que solía tener cuando estaba algo inquieto, de hecho para el chico fue extraño el hecho de encontrar al hombre de sus sueños merodeando cerca de su vecindario, de pronto el sueño se dispuso a ser más pesado mientras Nagato intentaba leer, dicho hombre le quitaba de a poco pedazos de uña hasta llegar a la raíz de esta, causando un dolor sordo, argumentaba que al ser su compañero de lectura tendría que pagarle cierto precio por las lecciones pero uno no monetario, este precio sería pagado con su dolor.
