3. Oscuridad Eterna|Pmeme1105

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Título: oscuridad eterna
—Autor:  pmeme1105
—Categoría: fantasía 
—Estado: terminado
—Advertencia: ninguna
—Tema: sueños, soñar con ser un músico 
—Pareja: ginko, chica mushi-shi
—Cantidad de palabras: 2613

La oscuridad transcurre con normalidad, la cuota del día ha quedado saldada, cada Mushi que habita en ella está algo cansado de haber intentado salir de aquella melancólica vida que vivían; muy pocos encuentran recipientes para poder ver la luz po...

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La oscuridad transcurre con normalidad, la cuota del día ha quedado saldada, cada Mushi que habita en ella está algo cansado de haber intentado salir de aquella melancólica vida que vivían; muy pocos encuentran recipientes para poder ver la luz por primera vez, o en su defecto de nuevo; se preguntarán ¿qué es un Mushi?, es catalogada como la vida en su esencia más pura, pero en otros contextos son llamados parásitos; ya que en ocasiones necesitan un recipiente apropiado para vivir en la naturaleza o donde se encuentren, son seres que están más allá de la comprensión de algunos, aun así hay personas llamadas Mushi-shi que los comprenden y ayudan, todo aquel que desconozca del tema le temerá a aquellas criaturas que buscan un poco de brillo, o solo libertad.

La historia de un ser en particular, está plasmada como un milagro o una posibilidad de destrucción, este mushi no tenía nombre, tal vez lo había olvidado con el transcurrir de los años, desde que tenía memoria había pasado toda su vida en la oscuridad, ya había perdido un poco la idea del porqué quería salir de aquel lugar, lo recordaba en periodos donde le invadía preguntas de quién era él realmente.

Ese mismo día, mientras la oscuridad devoraba a su próximo inquilino, este mushi pudo ver una persona deambulando por este mundo; el mushi hacía muchos años que había visto y caminado el mundo humano, allí fue cuando escuchó la música, pero esta se alejaba cada que él quería conocerla, para él era algo tangible, quería tomarla en sus manos, y escucharla de cerca, caminó por mucho tiempo persiguiéndola pero nunca la tuvo, poco después cayó de nuevo en la oscuridad eterna, donde habitaba actualmente, y en donde habitualmente buscaba la manera de salir de allí, y ver la luz otra vez.

Cuando se acercó a este hombre pudo notar que aún podía ser utilizado, tomo su mano, ofreció un ojo como pago de su libertad, cerró su párpado mientras observaba aún la oscuridad desde ese momento solo caminó y caminó, cada que creía ver el sol en realidad era la luna quien se asomaba por el pique de una montaña, contó tres lunas y por fin allí estaba la luz que tanto anheló, la sintió en su rostro tan cálida, esta lo golpeó como un río de luz imparable; estaba acostado en una cama con una enfermera que lo observaba atónita y le hacía muchas preguntas que él no comprendía del todo, así que no las contestó, al poco tiempo llegó una señora algo de edad quien lloraba mientras lo abrazaba.

     —Ginko, que bueno, que bueno que despertaras…tenía tanto miedo de perderte —dijo la señora sollozando en llanto, mientras el Mushi la observaba algo confundido.

—Disculpa, ¿por qué lloras? —dijo el Mushi sin expresión en su rostro, o bueno, nuevo rostro.

—Cariño, ¿no sabes quién soy?  —La señora se limpió las lágrimas, su rostro pasó de un estado de felicidad a preocupación—. Ginko, soy tu madre, Luna.

Los Talentos De StrawBayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora