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Nuestro grupo de escritores selectos están aquí dispuestos a quita...
Hola, aquí la última entrega de esta tanda de escritos, esperamos que lo disfruten.
—Título:Destinos —Autor: @ItziiGe —Categoría: ficción —Estado: terminado —Advertencia: la historia de Hidra tiene diferente origen que la historia real —Tema: Hidra de lerna —Pareja: no especificado —Cantidad de palabras: 6489
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Estaba de nuevo en la cama de mi madre, con los ojos hinchados después de llorar por soñar con un monstruo horrible. Es absurdo que a los 12 años aún me den miedo algunas cosas y más ese ser tan aterrador que me sigue en mis sueños cada vez que duermo, en ocasiones no suele aparecer por varios días.
Pareciera que tuviera programado sus horarios de visita en mis sueños, mi madre no comprende aún el porqué sigo yendo a su cama cama cada vez que lo sueño.
—¿Por qué siempre vienes a mi? —me dijo mi madre mientras me acariciaba el cabello.
—Porque siempre que vengo a ti él se va. —agaché la cabeza—. Desaparece cuando estoy a tu lado.
—¿Puedes describirme a la criatura? —Me miró con atención.
—Una criatura… —Tan solo de pensar en él me ponía nerviosa—. Tiene forma de serpiente de la cual salía múltiples cabezas a pesar de que un hombre se las cortaba con espadas.
Mi madre quedó atónita a lo que le conté.
—Hidra de Lerna —dijo en voz baja mientras se llevó la mano a su mentón.
Yo no comprendía en ese momento que era la Hidra de Lerna, hasta que ella me contó algo extremadamente absurdo a mi parecer.
Según la historia fantasiosa de mi madre, la Hidra de Lerna era una criatura que vivía en las profundidades del lago homónimo, cerca de Nauplia, en el golfo de la Argólida. Bajo sus aguas de este lugar se encontraba la entrada al inframundo y que la criatura que yo soñaba era quien cuidaba aquella entrada.
—Si la sueñas ahora. —Se quedó pensativa por unos segundos—. Eso quiere decir que es momento de entrenarte para lo que viene.
—¿A qué te refieres con eso? —arqueé la ceja.
—te quiere a ti. —Me tomó de los hombros.
—Madre —bufé ante tal estupidez— ¿segura que estás bien?, se supone que la rara soy yo pero tú... —reí ante todo lo que me dijo.
—Estoy bien, ahora debes de creer lo que te dije.
—Sabes que eso no existe ¿cierto? Además, ya no soy una niña de 6 años que cree tal estupidez.
—No, él ya no existe así como Hércules.
Había escuchado de él en la clase de literatura, estábamos en el tema de mitología griega y Hércules era muy famoso en está.
