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Título: Efímero. Autor: JeannethTl Categoría: Historia corta. Género: Ficción Histórica. Tema: Cuento. Robin Hood. Cantidad de palabras: 1436.
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La oscuridad abrazaba fuertemente aquella escondida cabaña en el bosque de Sherwood, la lluvia acompañaba melancólicamente a la oscuridad y ambas se encargaban de hacer aún más dolorosa aquella escena, mi amado se encontraba inerte en el suelo, incluso a pesar de haber repetido miles de veces que no tenía dinero, que mañana pagaría los impuestos pendientes, incluso con ello arrasaron con todo… destruyeron todo aquello que ambos con tanto esfuerzo habíamos construido a escondidas, aquel amor que no habíamos esmerado en ocultar, estaba destrozado y dentro de tan solo unos segundos, mi cabeza rodaría por el suelo fangoso, les miré con furia y entre dientes pedía ayuda a cualquier ser divino, sin embargo el maligno fue el único que acudió a mi dolor, vendí mi alma a cambio de venganza y con una sonrisa murmuré:
—El nombre Robin Hood perturbara sus sueños, sobre mí se harán miles de canciones, más de una persona me admirará por ser lo contrario ustedes, en el momento adecuado tomaré venganza y me encargaré de llevar sus almas al diablo mismo, mi cabeza rodará por el suelo una vez más, pero mi ya vendida alma se encargara de regresar por vosotros. —Mi pecado no era específicamente éste o aquel, si no que consistió en hacer un trato con el diablo.
Recaudaciones de impuestos llevadas a cabo por los oficiales reales, en los condados ingleses para financiar sus guerras en Francia y Escocia; la prohibición de cazar, pescar o cortar leña en los bosques reales, regulada en una normativa denominada Forest Charter, cuya extensión y limitaciones de uso ocasionaron más de una rebelión contra el rey y los oficiales de turno. La vida en esos momentos era demasiado difícil para los campesinos, no había ni parecía haber en un futuro, una luz de esperanza que iluminara aquella miseria creada por los abusos feudales e impuestos de guerra; sin embargo, más pronto que tarde, se comenzó a escuchar el nombre de un hombre llamado Robin Hood, nadie sabía quién era realmente, pues aparecía ante ellos con diversos disfraces, solo se sabía que era un bandido ciertamente generoso.
Una persecución de todos los días se llevaba a cabo en el bosque, como era costumbre, el Sheriff de Nottingham perseguía al escurridizo Robin Hood y el lugarteniente de este, Little John. Como siempre, lograron escapar habilidosamente de las manos del desdichado Sheriff, pero realmente Robin no se encontraba satisfecho, era claro que quería ver morir a las autoridades fraudulentas, quería ver la cabeza del príncipe Juan rodar por el suelo antes que la suya, Hood se encontraba asqueado por los caprichos del inmaduro príncipe, simplemente quería atravesarle con una flecha, sin embargo Little John le daba algo de claridad a sus pensamientos llenos de lucidez.
Ambos estaban cansados y de camino a su escondido hogar, encontraron a un joven de extravagantes vestiduras cazando ciervos, Little John insistió en dar la vuelta al joven, sin embargo Hood, ignorando los consejos fue hacia al joven y sin rodeos exclamó:
