Los Miserables- Bughead

Capítulo 4

Jughead dejó caer las hojas delante de Betty. 

Ambos seguían sentados a las afueras del centro médico. 

—Te dejaré estas hojas. Escribe algunas condiciones que desees se establezcan en el contrato. Después yo personalmente tomaré en cuenta cada una de ellas, aunque no garantizo que todas sean incluidas por supuesto — Jughead le sonrió a Betty, sin trasmitirle ni un solo sentimiento. 

—¿Y cuándo comenzaremos este juego?— Betty alzó las cejas sin interés. 

— Desearía que no dijeras eso... para mi es un contrato serio. Tu obtienes algo al igual que yo... nadie pierde por lo que no es un juego — Jughead entrecerró los ojos. —También, antes que nada, quiero pedirte que seas absolutamente discreta desde ahora en cuanto nuestra situación. Nadie, absolutamente nadie debe saber acerca de que es todo arreglado — pidió observándolafijamente. 

— Se lo voy a tener que decir a mi madre. Ella no va a creer que estuve saliendo con alguien y menos saliendo con usted... — Betty se encogió de hombros.

— ¿Ella estará de acuerdo y sobre todo callada?— Jughead alzó las cejas. 

— Se lo aseguro... no habrá problemas — Betty asintió convencida. 

Ella se colocó de pie llevándose las hojas consigo. Se despidió nuevamente con una reverencia.

Sin molestarse en mirarla, Jughead comenzó a caminar dejando a Betty en la acera de la calle.

Llego hasta donde se encontraba su caballo donde Kevin le esperaba fumando un puro.

— Necesito que reúnas toda la información de Elizabeth Cooper que puedas para mañana por la tarde. —dijo sin mayor importancia y mucho menos explicaciones.

~Bughead~

Betty estaba a poco de perder la cabeza. Estaba segura de que en cualquier momento su madre explotaría y no había nada ni nadie que pudiese evitarlo.

—¡¡Te has vuelto loca!! Elizabeth Cooper no vas a hacer tal cosa. — negó. — ¡¡Es una completa locura!!— Alice alzó la voz después de haber escuchado cada detalle de la fatídica historia de su hija.  

—No tengo opción madre... iban a echar a mi padre del médico. ¿Qué querías que hiciera? ¿Qué me quedara de brazos cruzados? —Betty explicó nuevamente a su mamá, aunque también estaba quedándose sin justificaciones ante su propio comportamiento.

—Lo habríamos solucionado, sin necesidad de que te involucraras en un asqueroso plan que Dios sabe que fines tiene. — Alice se llevo la mano a la cien.

—No teníamos tiempo y sabes que ahora es un hecho. No puedo echarme para atrás, he aceptado. — asintió —Ademas, te he dicho que él también tiene sus motivos. Su padre esta enfermo y no quiere seguir, pero al casarnos al parecer él tendrá nuevos motivos para quedarse... no lo compliques, por favor madre.— pidió Betty. 

—Ahora yo lo complico...— ironizó. —Betty sabes que es una locura. Ademas, no te quiero cerca de los Jones, sabes acerca de todo lo que se rumora en el pueblo de ellos. No quiero que mi única hija este cerca de eso —Alice tomo las manos de su hija entre las suyas. 

Betty giro su vista en el pasillo para asegurarse de que nadie las había estado escuchando. Habían salido de la habitación de Hal para que este tampoco se enterase. 

—Es mi vida, madre. Mi elección...— Betty observo como su madre agachaba la vista triste.—Y sé que no quieres esto para mi, pero te amo a ti y a mi padre mucho más que a cualquier otra cosa. Y haría lo que sea por mantenerlos a salvo y bien. — Betty apretó las manos de su madre. —Confío en que el señor Jones cumplirá. Solo es por un año, y estoy segura de que no puede ser algo tan malo, después de todo, es solo un matrimonio fingido. Además, no parece ser un hombre de mala fe, quizá es frío y serio... pero no me haría nada malo — Betty se encogió de hombros.