Los Miserables- Bughead

Capítulo 60 - Final

Un año después...

Betty bajó del carruaje. Se giró y observó en a su pequeña hija quien la observaba un poco confundida.

Betty tomó a su hija en brazos. La bebé soltó una pequeña carcajada al observar el paisaje colorido a su alrededor.

Betty dejó escapar un suspiro observando a su alrededor.

— Vamos primero...— indicó Polly que llevaba en brazos un ramo de flores.

Ambas procedieron a caminar adentrándose al cementerio.

Tras caminar unos cuantos pasos, ambas se detuvieron frente a una lapida.

Betty entregó a Lili a Polly mientras recibía las flores. Se inclinó colocándose al lado de la lapida.
Una lágrima resbalo por su mejilla y un fuerte dolor se instaló en su pecho. Si cerraba los ojos aun podía recordar lo doloroso de aquel día, las palabras dichas y a las personas perdidas intentando salvarla.

— Betty...— le llamó suavemente Veronica tras ella.  

— También has venido. — sonrió Betty. 

— No puedo dejar de venir a visitar a Archie. — deslizo una sonrisa triste la morena.

Se colocó al lado de Betty.

Ambas colocaron su respectivo ramo de flores en la lapida, la cual llevaba por nombre, Descanse en Paz; Archie Andrews.

Justo al lado, estaba la lapida de Mary  Andrews.

— Me voy ya... Reggie me espera con los bebés en el carruaje, nos vemos en la hacienda.— sonrió la morena. 

Betty asintió. 

Pidió a Polly que la acompañase y ambas caminaron hasta un punto un poco mas alejado de Archie.

Betty depositó una rosa correspondiente en el lugar y acarició las letras de la lapida. 

Hal Cooper.

Dejó escapar un suspiro. 

— Habrías sido tan feliz de conocerla. Hoy estamos celebrando su primer cumpleaños. Tú... ¿Estarás feliz en el cielo?— Betty dejo escapar una pequeña sonrisa. — Seguramente que sí. — asintió un poco mejor. 

Lili le llamó.

Betty se colocó de pie y tomó a su hija en brazos.

— Esta bien, seguro quieres ir a casa y celebrar tu primer cumpleaños, ¿no es así?— Betty sonrió a su pequeña, quien se abrazo a ella con amor.

Betty y Polly comenzaron a caminar de regreso. Mientras retomaban el camino, Betty pudo reconocer la silueta de la persona perfectamente inclinado hacia la lapida. 

— Llévate a Lili al carruaje, ya iré...— pidió la rubia. Polly asintió y tomando a Lili en brazos siguió el camino.

Betty se acercó hasta el chico y colocando suavemente su mano sobre su hombro se agacho junto a él. 

— ¿Estas bien?— preguntó con una ligera sonrisa en sus labios. 

— Sí...— asintió Jughead acariciando la mano de su esposa. — Estaba agradeciendo a Archie... por todo. Y también disculpándome.— admitió con tristeza. 

— Estoy segura de que él ya lo hizo. — animó la rubia. 

— Pero no pude hacer nada por él. Quizá y la persona que debía estar muerta soy yo y no él. Nunca hizo nada malo... y aun así salvó tú vida y perdonó la mía.— Se lamentó.