MEREDITH
El muy capullo encima tenía novia. Me maldije a mí misma por haberme debilitado; quería echarle la culpa a las copas que había tomado demás, pero no podía mentirme a mí misma. ¿Cómo pensé en traicionar así a Chris? La persona que más me quería, la que más me aguantaba. Él tenía razón, iba a dejar que me besara. ¡Qué estúpida! No podía volver a pasar. Estaba comenzando a creer que nuestros caminos no iban a dejar de cruzarse, pero de mi dependía ubicarlo en su lugar y evitar cualquier contacto con él.
Chris me había llevado a casa luego de la fiesta y por primera vez quiso quedarse conmigo esa noche. Me sentí culpable al rechazarlo luego de haberlo invitado en varias ocasiones. Pero no podía ¿O no quería? Algunas de preguntas comenzaron a surgirme. ¿Acaso estaba dudando de mi relación por un idiota que solo quería jugar? Las copas demás estaban nublando mis pensamientos. Despejé mi mente con un poco de música, mientras me sacaba toda esa ropa que ya me estaba molestando.
Antes que pudiera dormirme mi celular sonó.
- ¿Por qué te fuiste así?
Una parte de mi intuía que Charlotte iba a notar mi comportamiento y ausencia. Chris por el contrario no pareció preocuparle.
- Estaba cansada... de hecho ya estoy por dormirme. Nos vemos mañana, love u.
Sin dar más vueltas caí en un sueño profundo.
Hacía ya varios días que no me cruzaba a Caleb. Una parte de mi estaba feliz y otra... la otra se sentía confundida. Traté de olvidarme de aquella noche donde sentí que había perdido mi dignidad. Por las tardes, después del instituto, me quedaba surfeando hasta el anochecer. Sentía que el mar era el único lugar donde podía descansar, la naturaleza me brindaba un sentimiento de llenura, llegaba a una parte de mí ser que nadie había podido ocupar. El aire fresco y puro invadía mis pulmones. Charlotte me había invitado a salir ese fin de semana y no era una persona que aceptara un no como respuesta... después de todo no me vendría mal una salida con mi amiga. Quise invitar a mi novio, pero no quiso. Y no sabía si era yo o no, pero notaba a Chris raro, distinto. Esa misma mañana lo había visto cansado, con ojeras, la barba desprolija. Tenía miedo... miedo que se haya aburrido de mí y eso no lo deje descansar. No quería preguntarle, porque tampoco quería saber la respuesta. Esta noche me propuse olvidarme de todo.
Mi amiga vino a mi casa y nos preparamos juntas para salir, con la música a tope. Ya le había contado lo de Chris, aunque esta dijo que me despreocupara, que quizás había tenido una mala noche. Ella me calmaba, era una amiga con todas las de contar. Pero lamentablemente su consejo o su respuesta, no me había dejado tranquila.
- Todo listo, marchémonos, tengo un lugar que se caerá el calzón – Así hablaba ella.
- Entonces no me lo pongo. Vayamos – Intenté seguirle la corriente. Sacaba fuerzas de donde no tenía para ir al ritmo de mi amiga.
Cuando llegamos a aquel lugar estaba de hostia, como me había anticipado mi amiga. La música era espectacular y los tragos tan sabrosos que no quería dejar de beberlos. Allí nos encontramos con unos amigos de Charlotte que hacían que pases una noche divertida. No podía dejar de bailar, pero más ganas tenia de seguir bebiendo. Esta noche iba a ser mía, lo sabía. Me acerque a la barra y un muchacho guapo con remera blanca y tirantes me tramito rápidamente mi pedido, aproveché para sentarme en uno de los taburetes y descansar mis pies. Me lo estaba pasando de lo grande, pero el cuerpo me pasaba factura también. Se acercó a mí un muchacho muy amable. Su nombre era Evan y me pareció de lo más amigable.
- Tengo una cerveza de más, por si te apetece, viendo lo rápido que te tomas esos tragos – Me dijo con una sonrisa y agradable. No parecía un muchacho de esos para sospechar.
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Demasiado tarde ©. [COMPLETA]
RomansaLlevaba en mi corazón un secreto desde pequeña. Y no fue hasta que lo conocí, que entendí que nunca había conocido el amor, gracias a aquello que llevaba guardado bajo mil candados. Y aunque mi mente me gritaba por todos lados que no era para mi, cu...