MEREDITH
Caleb me sujetó por la nuca y me atrajo a su boca. Me besó con pasión, con odio, con amor, con dolor. Con mi única mano disponible lo atraje más hacia mí de su cabellera. Por Dios, no quería que eso termine. Besaba como los dioses, nuestros cuerpos se movían al compás del beso. Sus músculos estaban tensos y firmes. Mordí su labio inferior que deseaba hacía tanto. Nos habíamos besado hacía tres días pero ese beso había sido tan frío como el polo sur. Éste beso en cambio estaba cargado de sensaciones. Bajó sus manos a mi cintura y me pegó más a su cuerpo. Nuestras respiraciones estaban agitadas.
Yo ya estaba completamente enamorada. Ya era tarde para todo.
Los segundos pasaban y ninguno de los dos se soltaba del otro. Yo sentí que tocaba el cielo. Las mariposas dentro de mi estómago jugueteaban felices.
De repente esa felicidad se cortó sola. Caleb se apartó de mí y ambos jadeábamos. Me miró a los ojos, los tenía oscuros. Yo estaba completamente acalorada, mis mejillas emanaban calor. Él me observó por unos segundos y luego se marchó dando un portazo.
Pero... ¿Qué mierda? ¿No estábamos apasionados hacía unos cuantos segundos? ¿Acaso besaba tan mal como para que se vaya de esa manera? Caleb aumentaba mi autoestima, y de la misma manera me la bajaba hasta el pozo más profundo. No hablaba conmigo, no tenía manera de saber lo que le sucedía o si estaba haciendo algo mal. Me sentí tan mal conmigo misma. Me senté en mi cama para analizar todo lo que había ocurrido, para ver en qué me había equivocado... y quizás me había equivocado en una sola cosa: abrirle mi corazón una vez más. Dios mío, estaba perdidamente enamorada de un malhumorado, de una persona que no hablaba conmigo, de una persona que me odiaba y apreciaba al mismo tiempo. Y eso era lo que realmente me tenía confundida. Las horas pasaban y yo seguía sentada en mi cama. Luego de unas cuantas horitas, escuché voces fuera de mi cabaña y alguien llamó a mi puerta.- Adelante - Hablé en un tono alto para que me escuchara.
Y al abrir la puerta tres sonrisas hermosas me sorprendieron.
- Arthur nos ha contado lo que te sucedió y vinimos para ayudarte.
- Son los mejores - Me acerqué a Chris, Charlotte y Tom.
Los tres nos abrazamos... más bien ellos me abrazaron. Pasaron a mi cabaña y los tres estaban súper asombrados.
- ¿Qué les sucede? - Pregunté intrigada.
- No sé qué piensas tú Chris... pero nuestra cabaña no tiene la vista que tienes tú ni es tan grande ni tan linda - Dijo Charlotte asombrada, recorriéndola con la vista.
- Pienso lo mismo - Agregó mi exnovio.
- Lo siento chicos... nunca fui a verlos - Declaré sintiendo algo de culpa - Pero para que se queden más tranquilos, ésta tampoco iba a ser mi cabaña, supongo. Lo que pasa es que aquí duerme Caleb también y supongo que por ser una autoridad le dieron la mejor - Sonreí apenas.
- De veras que es la mejor - Dijo Tom.
Yo lo miré extrañada. No me había dado cuenta que Tom también era hijo de Arthur.
- ¿Qué sucede? - Me preguntó éste.
- Ya lo sé todo - Comenté.
- ¿Qué es lo que sabes? - Retrucó más extrañado.
Charlotte y Chris nos miraban dudosos.
- Lo de Arthur - Dije poco para no decir todo.
Él sólo sonrió.
- Claro.
A diferencia de Caleb, éste si sonreía cuando hablaba de su padre.
- Holaaa - Añadió Charlotte - ¿Nos quieren decir lo que sucede?

ESTÁS LEYENDO
Demasiado tarde ©. [COMPLETA]
RomanceLlevaba en mi corazón un secreto desde pequeña. Y no fue hasta que lo conocí, que entendí que nunca había conocido el amor, gracias a aquello que llevaba guardado bajo mil candados. Y aunque mi mente me gritaba por todos lados que no era para mi, cu...