Demasiado tarde ©. [COMPLETA]

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MEREDITH

El lugar era asombroso, la gente era de lo más divertida. Al ratito que llegamos, llegaron Tom y Charlotte lo cual me hizo sentir como en casa.

- ¡¡¡Amigaaa!!! – Charlotte corrió hacia a mí y me dio un gran abrazo – Tom me ha propuesto ser su novia - Anunció dando pequeños saltitos, emocionada.

Ambas saltamos de alegría, por fin lo había hecho. Tom se acercó a Stan y lo saludó. Se notaba a leguas que eran grandes amigos.

El ambiente era agradable y supe por mi amiga que no era la primera vez que ella asistía a una de esas carreras, lo cual me sorprendió. Claro que le recriminé el hecho de no haberme llevado nunca, pero según ella yo era muy inocente para aquellas cosas.

Nos reunimos con Stan y Tom para charlar; yo estaba sentada en su moto y Stan volvió a sentarse frente a mí, abrazándome con sus piernas. Era bastante confianzudo pero por suerte aquello no me incomodaba. A veces yo era igual, así que de alguna manera me sentí conectada con él.

- Wow, hay fuego ahí, eh – Charlotte se burló de nosotros.

Me saqué la chaqueta y se la tiré por la cabeza, para que se diera cuenta que su comentario había estado de más. Aunque ésta no me dio ni un poco de atención, ya que siguió insistiendo en que había algo entre Stan y yo.

- Oye – Le grité – Apenas lo conocí hoy – Sonreí tímidamente.

- Eso... - Me apoyó Stan – Pero quien dice... quizás más adelante...

- ¡Tú! – Le di un manotazo en el brazo – No le digas eso o si no, no dejará de cargarme en toda la vida.

- Lo siento – Se arrepintió éste.

- Voy a por una cerveza – Me dirigí a Stan - ¿Quieres?

- Una nomás – Antes de poder irme me sujetó del brazo – Escucha, trae sólo una para los dos. No quisiera que te haga mal en la carrera, y te den náuseas – Abrí los ojos sorprendida.

- Tienes razón. Tomaremos juntos – Le coquetee.

Me di media vuelta y comencé a caminar entre la gente que no paraba de bailar. Recibí algunos chiflidos a los cuales no les di nada de mi atención y continué mi camino. Llegué donde se encontraban las bebidas: un muchacho se había instalado una barra con luces azules y rojas. Era la barra más cool que había visto en toda mi vida y el muchacho de lo más atento. A su lado había un DJ, que por cierto ponía canciones excelentes para el ambiente. Y por lo que me contaron, ponían una canción especial antes de las carreras, para anunciar la partida y que vayan posicionándose todas las motos en la línea de salida. Eso me pareció extraño, pero era una buena idea, así todos sabían cuál sería el comienzo de la carrera.

Tomé mi vaso de cerveza y me volví hacia el grupo que me esperaba. O eso intenté. Un brazo me sujeto, lo cual me hizo saltar del susto. Casi me dio un infarto.

- ¿Qué demonios haces aquí? – Los ojos de Caleb echaban chispas.

- ¿Qué haces tú aquí? – Inquirí.

No me iba a dejar pisotear por este bastardo, que lo único que hacía era maltratarme y jugar conmigo. Mi yo interior se puso feliz por haber venido con Stan, y así demostrarle que él no era el centro del universo, como lo creía.

- Vete a otro lado – Dino entre dientes, estaba furioso.

- Déjame – Me solté de su brazo y sin querer tiré la cerveza al piso – Mira lo que me has hecho hacer – Miré al piso y luego a Caleb.

Ahora la furiosa era yo.

- Tú no tomarás nada – Me sacó el vaso de la mano con lo poco de bebida que quedaba y continuó – Te vas de aquí inmediatamente – Estaba a escasos centímetros de mi rostro.