CALEB
Ahí estaba la pobre... intentando abrir. Eso le enseñaría a no trasnochar en tiempos de trabajo y cuidar más su empleo. La observé por la ventana acostándose en una hamaca. Pude sentir un poco de pena, pero a veces la crueldad es la mejor manera de aprender.
Cerré mis ojos y me dormí profundamente.
" - Papi, papi. Enséñame a nadar como tú - Dije emocionado.
- No quieres ser como yo - Contestó triste papi.
- Claro que si papi, tú eres el mejor del mundo - Le abracé las piernas y pude sentir su palma en mi espalda.
Papi no era como los papás de mis compañeros. Ellos iban a buscar a mis amigos a la escuela. En cambio el mío me esperaba en casa con la comida lista. Él decía que en casa estaba el amor que yo buscaba. Mami trabajaba todo el día y cuando ella llegaba yo dormía, aun así nunca se olvidaba de darme mi besito de buenas noches".Me desperté temprano con una sensación de vacío en el pecho. Odiaba soñar. ¿Por qué soñamos? ¿Qué le sucede a nuestro cerebro? ¿Qué buscamos?
Me hice un café, desayuné mientras hablaba por teléfono con Em y luego me metí a bañar. Las cobijas no me habían alcanzado, había hecho mucho frío y mi cuerpo estaba helado. Cuando abrí la ducha, me metí y sentí que el calor invadió mi cuerpo por completo abrazándome de inmediato. Unos cuantos segundos después recordé que Meredith había estado toda la noche fuera y con ese frío. Mis ojos se abrieron rápidamente. Tomé una toalla para cubrirme la parte inferior del cuerpo y corrí hacia el porche.Maldita sea, estaba acurrucada abrazándose a sí misma. Aún no se había despertado. La toque y su cuerpo estaba helado, con una fiebre altísima. La tome en mis brazos y la lleve rápidamente a la cama sin pensarlo. Me acosté con ella y nos tapé a ambos. Joder, se me había ido la mano. No creí que pasaría la noche ahí. Llegue a pensar que se iría a dormir con Chris.
- ¿Por qué Meredith? ¿Por qué no te fuiste? ¿Por qué no tiraste la puerta abajo y me diste una bofetada? - Susurré mientras le acomodaba el pelo para poder verle bien el rostro.
Ella se removió en mis brazos buscando calor. Sabía que no se despertaría pronto; una hipertermia lleva a la somnolencia, entre otros síntomas.
Recordé que en mi bolso había traído una almohadilla de calor, por lo que pensé en llenarla de agua caliente y ponerla a sus pies. Me destapé despacio, para poder levantarme, cuando sus brazos me lo impidieron.
- No te vayas – Susurró sin siquiera abrir los ojos ya abrazándome aún más fuerte.
Me la quedé mirando y posé una de mis manos en su rostro, que se sentía tan suave. Con el dedo pulgar recorrí sus labios, deseando besarla. Lamí mis labios, intentando contenerme todo lo posible. Seguí con mis dedos por sus mejillas que de a poco iban tomando un pequeño color rosado, por el calor de mi cuerpo. Joder, moría de ganas de besarla y no podía... no debía.
Cuando sentí que se había dormido profundamente, me levanté de la cama y sentí un vacío al dejarla allí sola, acurrucada, sin mí. Tomé la bolsa y la llené de agua caliente, la coloqué en sus pies helados y me marché. No podía quedarme allí todo el día aunque quisiera.Al llegar a la sala, estaban todos en la suya, menos un grupo que sabía que me llenaría de preguntas. Al entrar, los amigos de Meredith se dieron vuelta para mirar, yo solo seguí mi camino sin importarme, hasta que un brazo fuerte me frenó y me dejó frente a él.
- ¿Dónde está Meredith? - Preguntó Chris, bastante molesto a mi parecer.
- ¿Acaso eres su novio? - Lo fulminé con la mirada.
- Soy su ex - Se acercó aún más.
- No vengas a hacerte el exnovio protector porque tú y yo sabemos muy bien lo que hiciste - Realmente me estaba sacando de mis casillas.
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Demasiado tarde ©. [COMPLETA]
RomanceLlevaba en mi corazón un secreto desde pequeña. Y no fue hasta que lo conocí, que entendí que nunca había conocido el amor, gracias a aquello que llevaba guardado bajo mil candados. Y aunque mi mente me gritaba por todos lados que no era para mi, cu...