Si me amas... Adorarás a mis hermanos. (1)

No me iré.

—¿Lo estás considerando?

—Si. Creo que existe información que ya no me puedes dar. Y es necesario que sepa de donde vengo y por qué la insistencia en que me maten.

Jonathan apretó los labios en una fina línea recta. Theresa levantó la mirada.

—No lo hago para lastimarlos o algo así. Es solo que... Necesito saberlo.

—Lo se. Pero eso implica que nos vamos a alejar. Y posiblemente no nos veremos en un largo tiempo. no verás a los chicos. —tras la mirada confundida, él procedió a explicar —Tu perteneces a otra agencia, y para que puedas quedarte en ese lugar y tomes el lugar que te corresponde, es necesario que pases por un entrenamiento que, sinceramente, te va a exigir mucho. No verás a tus hermanos por meses.

Theresa suspiró con pesar.

—Por eso no e tomado una decisión. No se a lo que me pueda conllevar.

Theresa se recargó en la pared de la enorme sala donde la noche anterior se había reunido con los demás, cruzó los brazos esperando a que los chicos dijeran algo más.

—Espero que no me citaran en este lugar para tenerme aquí y no decir nada.

—Estás aquí porque tratamos de encontrar un plan para que salgamos del país y tu estés segura. —explicó Harryson.

Theresa arrugó el gesto.

—¿Se van del país?

—Nos vamos, hija. —la chica miró a sus padres sin entender lo que pasaba.

Jonathan que apenas llegaba y había escuchado lo anterior arrugó el gesto.

—¿Cómo que nos vamos?

Esme miró a su hija tratando de hacerla entrar en razón.

—Cariño, tienes que entenderlo. Este lugar ya no es seguro para ti. Tenemos que irnos. No podemos arriesgarnos a que algo te pase.

Theresa negó varias veces separándose de la pared.

—No. No podemos irnos. Yo no puedo irme, no quiero.

—Theresa, es por tu seguridad. —murmuró Nicolás.

—¿Mi seguridad? ¿Qué les garantiza que no nos van a seguir a donde quiera que escapemos? Eso es lo que estamos haciendo: escapando. Estamos actuando como cobardes.

—A veces elegir no pelear es la mejor opción. —sentenció Marcus. —No pelear es ganar, no es ser cobarde.

—Pero estamos alargando lo inevitable. Siguen negandose a decirme la verdad. ¿Porqué? No podemos seguir así. No me pueden llevar a otro lugar simplemente para protegerme y sin decirme nada.

—Ya sabes que te quieren muerta, ¿Qué más quieres saber? —reclamó Christian.

—¡Quiero saber el por qué! —lo miró — Mis padres biológicos tenían algo que ver, y ustedes no me lo dicen.

—Lo que tus padres hicieran o no hicieran ya quedó en el pasado. —Miró a Carrick —Bella, por favor.

—¡Por favor ustedes! —agitó los brazos —¡Por Dios! ¡Ayer maté a una persona! —se talló el rostro —¡Y si eso a ustedes les parece poco, a mi no! No está a discusión. Yo no me iré como una cobarde.