La presa.

116 12 0
                                    

Theresa bajó la mirada en el momento en el que entraron al dormitorio, ¿La razón? Su instructor se encontraba en el centro junto a Erick. La joven se esforzó en no levantar la mirada. Podía sentir la adrenalina recorriendo su cuerpo, la mirada castaña de su instructor encima. Tragó con dificultad.

—Creo que enseñarán los resultados de la primera semana de la segunda prueba. —murmuró Caleb.

Theresa lo miró curiosa.

—¿Ah?

Sue asintió por lo bajo.

—Recuerda que nos dirían nuestra posición cada semana. —se encogió de hombros—Creo que es una forma de meter presión.

—Si. —murmuró Caleb. —Quien quede en último lugar se va de la agencia.

Theresa comenzó a ponerse nerviosa en ese momento. Ella no había tenido buenas pruebas... Al menos desde su punto de vista. En incontables veces había dejado que el miedo la embargara. Y eso no era bueno. Nada bueno.

Erick meneó la cabeza dejando que su subordinado colgara la pizarra en el centro del dormitorio.

—Escuchen bien, Cachorros. Esta tabla es su vida, podrán ver los resultados de sus pruebas cada semana, al terminar el periodo de esta fase, quien esté bajo los primeros cinco lugares, se va de aquí. —sonrió —La debilidad no tiene cupo entre nosotros.

Theresa mordió su labio, Eros carraspeó llamando la atención de los demás.

—A partir de ahora, la agencia no se hará responsable de los sucesos que ocurran una vez miren su puesto en la tabla. —buscó la mirada azul grisáceo de cierta pelirroja, sin embargo, esta le rehuyó— Estarán por su cuenta.

Como si de niños pequeños se trataran, todos se amontonaron en el centro una vez descubrieron la tabla que colgaba de uno de los tubos. Theresa fue la única que se quedó en su lugar, sintiendo una amarga sensación de miedo y adrenalina recorrerle el cuerpo. Ella no quería enfrentarse a los resultados.

Su cuerpo se estremeció en ese momento. Pudo identificar los susurros y miradas que la rodearon como enormes advertencias de algo peligroso que se cernía sobre su pequeño y escuálido cuerpo, pudo sentir el cabello de su nuca erizarse sin siquiera hacer o decir algo. Ella lo sabía, nada de lo que se le venía a continuación podría significar algo bueno, no cuando la hacía sentir cada vez más acobíjala por los fríos y densos brazos de la muerte y soledad.

Una vez se armó de valor para enfrentarse a lo que sea que la amenazaba, se encontró con la mirada intensa de Erick, Eros, Caleb y Sue. Theresa tragó con dificultad, Caleb fue el primero en acercarse a ella.

—Tessa... Estas en segundo lugar...

Un denso frío le recorrió el cuerpo al escucharlo. Su mente se quedó en blanco.

—¿Qué?

Levantó la mirada a la pizarra. Afectivamente, era la segunda. Aquello no fue algo que le gustara. Sintió su cuerpo tensarse en ese momento. Algo le indicaba que quedar en esa posición no era bueno.

Retrocedió un paso por mero impulso.

Bajó la mirada a sus compañeros. Unos la miraban con sorpresa, otros como si fuera su enemiga. Entre ellos, el grupo de Jordan. Sintió el miedo recorrerle el cuerpo entero, se dijo a sí misma que de haber sido un gato, estaba segura de que todo su pelaje se hubiera erizado. Tragó con dificultad mirando a su alrededor.

Las palabras de su instructor cobraron sentido.

"Estarán por su cuenta".

Ya sabía que quería decir.

Si me amas... Adorarás a mis  hermanos. (1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora