una llegada inesperada

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Era del mito

Una sombra corría por los pasillos del Olimpo, su acto de maldad había sido efectuado, aunque en su insana mente era lo correcto, no sabía cuánto daño había causado al ser que más amaba, le había arrebatado eso que podía llenarle de la más infinita felicidad, claro era que esa persona no supo de su perdida pues no pierdes lo que no sabes que tienes...

Konoha época actual

El viento daba sus toques de gracia en aquella mañana fresca, los aldeanos hacían sus deberes entre sonrisas y saludos, claro que todo sufrió una alteración debido a la figura que se paseaba por la calle principal.

Para Sakura la vida había cambiado solo un poco, además del hecho de administrar su hospital para niños las cosas se mantenían igual, una monotonía de un infinito ciclo de espera y que si era sincera con sigo misma parecía no tener un fin, era una autodestrucción dónde ella y solo ella era la culpable, lo sabía, no solo porque los demás se lo recalcaran cada que algún personaje buscaba tener su atención y ella con suave tacto los rechazaba, no, su corazón lo sabía pero al tiempo era incapaz de dar el siguiente paso. Lentamente se levantó de su escritorio para caminar hacia la ventana del frente y así admirar la aldea soltando un suspiro, por su mente pasaron aquellos monótonos y vagos recuerdos junto a una expresión de nostalgia, por más que quisiese superarlo esa promesa venía a su mente, su tacto volvía a estar presente logrando sonrojarle y ese era el consuelo en su larga espera, él volvería, él la vería como algo más...

Unos suaves golpes en la puerta anunciaron la llegada de su distracción, se giró para ver a la enfermera que traía a un dulce niño para su tratamiento y lo agradecía, no quería seguir en sus patéticas alucinaciones dónde siempre Sasuke Uchiha volvía por ella.

Desde el final de la guerra para Naruto las cosas sí que habían dado un giro monumental, no solo era admirado por todo el que se cruzase en su camino, sino que ahora su camino lo recorría de la mano de su amada Hinata, no se cansaba de mirarla y agradecerle a la vida el hecho de darse cuenta a tiempo, verla a su lado comiendo su ramen era hermoso, podía pasarse el día así y no se cansaba, ¿Quién podría? Pero una dulce risa lo sacó de su ensoñación, Hinata al ver a su novio en ese estado no pudo hacer más que reírse y este en respuesta sonrió avergonzado.

-Naruto Kun, tu ramen ya debe estar frío - le recordó mientras dejaba su tazón vacío, el nombrado soltó una carcajada volviendo a lo suyo. Ahora era el turno de ella para admirarlo, se sentía tan plena al tenerlo a su lado, aunque nunca pensó que sus sueños se harían realidad, pero ahí estaba, sabía que su felicidad se debía a la ayuda de alguien en particular y la preocupación volvió a su rostro, Sakura era una preciada amiga y la situación en la que estaba no le gustaba para nada, Naruto no tardó en detener su consumo de ramen ante esto.

- también estás preocupada por ella, ¿No es así? - dejó el tazón a un lado para ver a su pareja, que al ser descubierta no tardó en sonrojarse momentáneamente mostrando sorpresa para después bajar el rostro volviendo a su preocupación.

- sí, Sakura chan está sufriendo y no me gusta, sé que su amor por Sasuke- san es fuerte pero no sé si sea correspondido del todo... - Naruto tenía sus sospechas, pero no sé atrevía a romper la ilusión de su mejor amiga hermana, también estaba preocupado, pero para ayudarla necesitaban más de lo que pensaban.

- aunque se lo digamos una y mil veces ella no va a superarlo de la noche a la mañana, debe tener una respuesta pero siendo sincero yo temo a qué eso llegue y quedé sumida en una oscuridad de la que ya no pueda salir... - dejó esa expresión de preocupación para darle una gran sonrisa- ánimo Hinata chan, sé que todo va a salir bien, mejor vamos por ella, así la sacamos de su tormento al menos unas horas - dejó el dinero para pagar sobre la mesa agradeciendo por el servicio, juntos se dirigieron en busca de la peli rosa sin saber que pronto su súplica sería escuchada...

Santuario de Athena, Grecia

Ya era un clásico para los dorados el ver al patriarca salir al amanecer hacia el cementerio ese día de febrero, nadie sabía a dónde iba, nadie sabía para quien eran las flores que siempre llevaba en su mano ni por qué se la pasaba todo el día en ese lugar, no es que no hubiesen tratado de averiguarlo, era que él siempre tomaba sus precauciones impidiendo el paso, ya después de tantos planes locos y muchos regaños sumados a los castigos decidieron no intentarlo más y dejar el enigma como estaba.

No sabía cuánto había pasado, el seguía en su ritual, limpiando y decorando la tumba con aquellas flores terminando con unas hermosas rosas rojas.

- hoy tu sucesor me las regaló, cada que las veo no puedo sacar tu imagen de mi mente amigo mío, ay Albafica...- tenía tanto por decirle, pero como siempre nada pasaba del nudo de su garganta, podrían pasar los años y desde su muerte aquella opresión no se iba, tan metido estaba en sus pensamientos, recordando a su camarada que no se dio cuenta de la compañía hasta que un delicado tacto en su hombro le hizo mirar, a su lado estaba su diosa, mirándolo con un cariño y comprensión infinitos.

- así que hoy es su cumpleaños, aunque a él no le gustaba recordarlo... Feliz cumpleaños mi querido Albafica - unas traicioneras lágrimas salieron de los ojos de Shion ante las palabras de la deidad, claro que las limpió mientras ella le dejaba una corona de flores a la tumba- sabes aún recuerdo la primera vez que mi antigua reencarnación lo conoció, intentó escapar y casi muere envenenada ... Si te soy sincera con ese recuerdo pienso que la imagen de ese valiente caballero era la de un hermoso ángel, sé que fuiste un gran amigo para él y en cierta manera aliviaste un poco su soledad así que no te sientas mal, para él eras un preciado amigo.

No hubo más palabras, no había la necesidad de responder, lo mejor era recordarlo así, en silencio y en compañía mutua mientras la brisa merodeaba por todas partes tratando de reconfortarles mientras a lo lejos Dohko hacia su propia plegaria por el alma del anterior caballero de piscis.

Konoha

Si alguien le hubiese dicho a Kakashi que ese día, justo ese día recibiría tal noticia se hubiese reído a carcajadas, pero no, no era una broma, estaba ahí frente a él, con su semblante tranquilo, aunque en su mirada se ocultaban cosas que podía apostar a qué ni él sabía que estaban ahí, no le sorprendió la compañía que venía con él, solo esperaba que la noticia no fuese tan devastadora...

La pareja llegó al hospital justo cuando Sakura despedía a su último paciente dejándola sin excusas para evitar ser arrastrada por ellos, la llevaron por todas partes hablando de sus anécdotas y riendo sin parar, vaya que la peli rosa lo necesitaba así dejaba sus cargas lejos. Después de una tarde agradable el trío se había sentado en la barrera de la aldea para ver el atardecer mientras comían helado, pero la tranquilidad y paz se fueron al momento en que un ambu les dio la noticia.

Sakura no tardó en correr hacia la torre del Hokage seguida de Naruto y Hinata, su corazón latía con tanta fuerza que sentía que en cualquier momento se saldría de su pecho, al mismo tiempo que estaba emocionada tenía un mal presentimiento, como si algo en su interior le dijese que no todo sería maravilloso. Minutos después ya estaban frente a la puerta, estando allí se congeló y solo Naruto pudo dar los golpes a la puerta recibiendo el permiso para entrar, los dos se miraron y entraron después de soltar un suspiro para calmarse y lo vieron, ahí estaba él, como si los años no hubiesen pasado, solo estando frente a él se permitieron examinarlo, en su cabeza había un trapo viejo envuelto alrededor de esta, su cuerpo era protegido por un viejo poncho pero lo más impactante era que de su mano estaba la mano de otra mujer, una mujer que conocían muy bien y en ese punto Sakura sintió como en cámara lenta su corazón se hacía pedazos.

Hola, se bienvenid@ a este proyecto aunque no sé si alguien lo lea pero si lo hacen les agradezco muchísimo, no saben cuánto significa para una novata como yo. Bueno está idea me vino después de leer un hermoso fict hace unos años y que no terminaron, aunque está basado en esa idea inicial la pareja principal y la trama son de mi loca cabeza, cabe recalcar que los personajes no me pertenecen a mí.

¡Hasta la próxima!

Infinite RoseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora