Código Lyoko. AFTERPARTY

Maldad

-¿Estás loco? Yo no voy a robar.

-¿Eres idiota? Ese dinero es nuestro.

-¿Qué dices?

-Tu padre y el mío están juntos en negocios, no sabía que tu padre era Walter Stern. Pero mi padre trabaja con él, se han hecho amigos, escúchame, mi padre tampoco me soporta, ese dinero iba a ser nuestro igualmente. Solo lo estamos cogiendo antes de tiempo, yo no tengo hermanos y tú tampoco. 

-Tío, mi padre me ha amenazado con...

-Con una academia militar en verano.-respondió Cameron interrumpiéndolo.-Idea de Claude Tasse, mi padre.

-Pues tu padre puede meterse las ideas por donde le quepan.

-Lo mismo pienso yo Stern, tú y yo vamos a hacer el mejor equipo del mundo. 10.000 de la cuenta de Tasse, 10.000 de los Stern. Vamosa montar fiestas, es de donde más se saca dinero, bueno de eso. Y de esto.-el chico sacó un sobre con más pastillas.-Este es el plan, creamos distintas fiestas, todo el mundo está invitado, cobramos la entrada a unos 10 euros, ponemos vasos, refrescos y hielo, el alcohol corre a cargo de ellos, así no nos metemos en líos de venderle alcohol a menores y... Todos mis amigos están allí vendiendo. Nos vamos a hacer de oro y cuando tengamos suficiente dinero nos independizamos, ni academia militar ni ostias.

El chico sonrió, esperando la respuesta del chico, él levantó una ceja procesando la información.

-¿Porqué yo? Todos tus amigos son ricos.

-Mira, cada vez me quedan menos amigos aquí, Marcos no tiene dinero, está tieso. Está estudiando tanto para obtener la beca para la universidad, Mat no quiere meterse y todos los demás aquí no tienen ni para llegar a fin de mes. Tu padre es millonario, no va a notar 10.000, además, igual hasta nos sobra para seguir fumándonos todo lo que haya.

El chico se lo pensó, tenía razón, la academia le impediría luchar contra X.A.N.A., aquello era su prioridad. Anthea se había unido al grupo y Cameron se encargaría de todo, tendría fiestas para sus amigos y tendría la mente ocupada para no pensar en Yumi.

-Vale, de acuerdo. ¿Cómo lo hacemos?

-El Jueves, nuestros padres tienen una cena de empresa, nos pasamos por allí, cogemos las tarjetas y sacamos el dinero del banco. ¿Te sabes el PIN?

-Creo que sí. ¿Pero no le saldrá en el móvil? O algo así.

-Sí, por eso vamos a robarles el móvil, tenemos que entrar en esa cena, ese día comprarán vino, algo para meterse por la nariz y cosas así, así que ni recordarán de donde salen esos 10.000, pero el móvil sí que tenemos que quitárselo. 

-No lo sé Cameron, todo suena... No lo sé.

-Lo que a ti te pasa es que vas más ciego que un topo. ¿Pero aceptas o no?

El chico lo pensó unos segundos, ahora X.A.N.A. no sería su único secreto. El chico asintió y los dos se dieron la mano sellando el pacto.

Al día siguiente los chicos volvieron a verse en Kadic, pero Odd estaba sentado solo, Ulrich no estaba por la mañana en la habitación, llamarlo era inútil, quizás habían alargado la fiesta y todos estaban en ese momento en un descampado durmiendo. Odd se limitó a decir que estaba en la enfermería. 

Todos estaban incómodos, Jeremy, Aelita y Odd intentaban seguir las clases con normalidad, Emily tampoco estaba. Era hora de química, debían hacer algunos experimentos por lo que los chicos llevaban unas gafas algo más grande que las gafas de bucear para protegerse los ojos. Aelita buscó las gafas en su mochila, pero no había ni rastro de ellas, maldijo y levantó la mano para hablar con la señora Herbs.