Código Lyoko. AFTERPARTY

Madre

Advertencia : Este capítulo contiene contenido adulto.

Yumi lloraba desconsoladamente en la puerta de su casa. Odd la abrazaba y le daba calor a su espalda, aunque no podía deshacer lo que su mejor amigo había hecho, sabía que podía consolar a Yumi. La chica no podía parar de llorar, estaba casi metiéndose en un ataque de ansiedad, era consciente del mal carácter de Ulrich y aún así le quería, pero aquel arrebato era nuevo, algo que quizás llevaba toda la vida con él pero jamás había visto la luz.

-¿Porqué ha hecho eso?

-No lo sé, Yumi.

Tras un largo rato, Yumi se tranquilizó y Odd le secó las lágrimas. La respiración de la chica volvió a ser normal y miró al suelo, no sabía qué hacer, qué decir. Una parte de ella le gritaba que buscase a Ulrich, que hablase con él. La otra le decía que no volviese a saber de él.

-¿Quieres que entre contigo y te prepare algo?

Ella asintió con la cabeza. Abrió la puerta y los dos se quedaron en la cocina. Odd intentaba seguir tranquilizando a Yumi y le dio un poco de agua. Ella se desahogaba y su amigo se quedó a su lado todo el tiempo. En ese momento, Yumi sintió que tenía dos hermanos, Hiroki era demasiado pequeño como para pedirle consuelo, la relación con su padre era buena, pero no quería preocuparle con el tema de Ulrich y su madre estaba dormida. Por lo que sintió a Odd como alguien de su familia.

Ulrich entró en su habitación, tenía los ojos rojos de tanto llorar, se sentó en la cama y miró al suelo. Kiwi le acarició la pierna y se subió a su regazo. Intentaba jugar con él para que no estuviera triste. Ulrich cogió a Kiwi y lo abrazó, se tumbó en la cama con el animal en sus brazos, aunque en ese momento lo que necesitaba era un abrazo, se quedó con el animal.

Tras un rato se sentó en la cama, miró una conversación archivada en su móvil y para su sorpresa se había conectado no hacía mucho. Tragó saliva y marcó el único número que se sabía de memoria, se puso el teléfono en la oreja y dio un largo suspiro intentando no llorar.

-¿Ulrich?-se escuchó al otro lado del teléfono.

-Mamá...

En ese mismo instante Ulrich no pudo contener las lágrimas y comenzó a llorar.

Odd acariciaba la espalda de Yumi, unos pasos se escucharon en el pasillo. La madre de Yumi se asomó a la cocina y se sorprendió de ver a los chicos allí.

-Buenas noches señora Ishiyama.-dijo Odd.

-¿Ha pasado algo?-preguntó preocupada.

-Bueno, yo me voy a Kadic, nos vemos mañana. Buenas noches.-volvió a repetir.

-Hasta mañana Odd.-respondió Yumi.

-Muchas gracias Odd.-dijo la madre de Yumi con una sonrisa.

Yumi miró a su madre, esta preparó dos tazas de té y se sentó a su lado. Yumi comenzó a llorar de nuevo.

-Tesoro...

Yumi abrazó a su madre y le contó lo ocurrido, ella se limitó a escucharla y a abrazarla, aquello era todo lo que necesitaban.

Odd volvió a Kadic, antes de entrar en la habitación miró al frente y vio a Apolline allí. Él subió una ceja y se acercó a ella.

-¿Puedo ayudarte?

-Sí que puedes. Ven a mi habitación.-dijo la chica agarrando la muñeca del rubio.

El chico siguió a la pelirroja hasta la planta de arriba y abrió la puerta, era una habitación amplia con dos camas, empapelado de fotos. Él miró a los lados y Apolline se quitó las alas de ángel.