¡Adoptemos al Diablo! [Terminada ✓]

Capítulo 0| Negocios pesados

Un año atrás...

Un poco de alcohol, algo de dinero y muchas, muchas fiestas. A eso se resumía nuestra vida desde que habíamos entrado a la universidad.

Nos encontrabamos reunidos en la fraternidad porque Dante tenía algo muy importante para decirnos y que supuestamente, nos cambiaría la vida.

Y vaya que nos quería cambiar la vida.

-Vamos, es algo simple -alentó y moví la cabeza para ver las caras de los otros.

-No me parece algo que sea seguro -habló el rubio y se inclinó recostando los codos en las rodillas -Supongamos que lo hacemos, que todos aceptamos ¿Qué pasa si un día al tipo se le da vuelta la cabeza y nos suelta la mano? Tenemos que pensar en nosotros también -dijo y me miró buscando mi opinión.

-Lo que dice Daven es cierto, tenemos familias Dante. Hay que pensar en ellos también -hablé y miré de reojo a Keisy, aclarando mi punto.

-¡Por favor! -habló elevando un poco más el tono -Vivimos consumiendo esas porquerías ¿Por qué no distribuirlas? Es buen dinero -dijo poniendo un dedo en la mesa de madera.

-Es dinero ilegal -aclaró Ted, el cual se encontraba de brazos cruzados.

-¿Y cuál es el problema? -indiquirió con cierta diversión -¿Qué acaso nuestros padres no hacen cosas peores? -preguntó y todos nos callamos.

Ninguno podía discutirle aquello. Nuestros padres eran personas a las que temer. Hombres y mujeres trajeados que portaban una máscara ante la sociedad y cuando se las quitaban eran algo completamente a diferente.

Banqueros ladrones. Empresarios traficantes. Policías que no ejercían correctamente su oficio. Políticos corruptos que habían llegado al poder a la fuerza, quitando algunos cuerpos en el camino. Ninguno de nuestros padres había llegado a sus puestos haciendo cosas buenas y nosotros lo sabíamos porque debíamos mantener el negocio "familiar".

Sonará frío, pero lo que nuestras familias hacían nos traían bastante sin cuidado. Lo único que nos importaba era que nos dieran cada mes nuestro dinero.

Nos miramos entre nosotros lanzandonos miradas dudosas.

-¿Qué acaso no se supone que estamos aquí para aprender a forjar nuestro futuro? -soltó Deisy en un suave murmullo que rondó entre cada integrante de la habitación.