Capítulo 45| Enfermedad

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(Leer nota al final del capítulo)

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-Quiero que acabes con la familia Loukey a como de lugar ¡No me importa si debes matarlos uno por uno! ¡No te pago para que te quedes sentado viendo los pájaros! ¡Imbécil!

El pequeño Gael comenzó a dar pasos hacia atrás, asustado ante la mención del apellido de Rebecca ¿Acaso su padre había mandado a matar a la familia de Becca? ¿Por qué?

El niño se dió la vuelta rápidamente y emprendió rumbo hacia su habitación con cierta torpeza, estaba asustado. Sin embargo al entrar a su cuarto se vió sorprendido ante la imponente imagen de uno de sus guardias de seguridad ¿Qué hacía ahí?

-Señor Cole -murmuró el pequeño mientras se rascaba el brazo, nervioso y asustado -¿Qué hace aquí?

El muchacho esbozó una sonrisa gentil y avanzó hacia el niño, se agachó y le acarició la cabeza como un padre haría con su hijo. Al instante el pequeño Gael se sintió mejor, menos asustado que antes.

-Tú madre me envió a buscarte porque quiere que la acompañes a la casa de una de sus amigas a tomar el té. Además también podrás verte con Ezio, tú amigo ¿Acaso no quieres verte con él?

Ezio Atwood era uno de sus mejores amigos, prácticamente habían nacido con dos días de diferencia y sus madres los habían críado como si fuesen hermanos. Ezio era un niño de revoltosos rizos negros y piel morena que iban acompañados siempre de una gran sonrisa de dientes blancos. Ezio Atwood era una antítesis de Gael Rindwood, pero a pesar de sus diferencias eran grandes amigos.

Mientras que Gael prefería ignorar a la mayoría de las personas, Ezio se encargaba de hacer amigos a diestra y siniestra, y no solo eso. También era un romántico empedernido, ya que el pequeño se enamoraba de una persona distinta por semana.

Sin embargo Gael se olvidó de todo eso y concentró sus claros ojos en el hombre que tenía delante y susurró unas palabras que cambiarián el rumbo de todo.

-Necesito que me ayudes a salvar a una persona.

《《《...》》》

Gael se deslizó por la pared de su habitación y se mordió el labio inferior con nerviosismo mientras esperaba a que su móvil sonara con la llamada esperada. Alzó la vista hacia el reloj y mientras contaba los segundos para volver a oír su voz, se preguntaba cuando podría volver a verla.

Y entonces el aparato en sus dedos sonó.

-¿Hola? ¿Gael? -la voz femenina del otro lado del aparato le devolvió el alma y el chico sonrió.

¡Adoptemos al Diablo! [Terminada ✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora