Capítulo 16| Vida Pike

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Terminé de guardar la última prenda en el armario y me dejé caer boca abajo en la cama, tomé la almohada y enterré la cabeza en esta, deseando dormir

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Terminé de guardar la última prenda en el armario y me dejé caer boca abajo en la cama, tomé la almohada y enterré la cabeza en esta, deseando dormir.

Pero mi misión quedó en el olvido al oír el estruendoso ruido de la puerta ser abierta bruscamente y lo siguiente que sentí fue el peso de alguien en mi espalda.

-¡Eris! ¡Estás aquí!

La voz cantarina de Ty me hizo hacer una mueca de diversión y me sacudí, intentando que el estúpido me dejara salir.

-Ty, me estás matando, quítate -escupí y al instante dejé de sentir su peso en mi espalda.

Me giré boca arriba y noté que no solo Tyrion se encontraba aquí, sino que Ares y Bruno también estaban. El primero estaba recostado en el marco de la puerta y el segundo se encontraba deambulando por la habitación, viendo todo.

-Lamento interrumpir sus ganas de molestarme -hablé y los fulminé - ¿Pero serían tan amables de dejarme descansar?

-Dejame pensar... -Ares se llevó una mano a la barbilla y Bruno chasqueó la lengua.

-Pero claro que no ¡Debes ir a darte una ducha urgentemente! -chilló moviendo los brazos exageradamente.

-¿Ah?

-Lo que Bruno quiere decir es que te prepares, saldremos en unas horas a festejar -soltó Tyrion y hundí las cejas sin entender nada.

¿Festejar? ¿Festejar qué?

-Festejar el que seas un Pike -dijo una cuarta voz y giramos la cabeza hacia la puerta, donde Gael se encontraba con una media sonrisa -¿No creías que te irías a dormir, verdad? -bromeó y apreté la mandíbula -Apresurate rosita, el tiempo apremia -guiñó un ojo y se perdió por el pasillo.

-Ponte sexy -bromeó Bruno y los tres salieron de la habitación, dejandome sola.

Con todo el esfuerzo del mundo me metí a la ducha, dejando que el agua helada me despertara lo mejor que podía. Una vez lista salí a mi habitación y bufé al ver un vestido rojo de lentejuelas en mi cama.

Esto no es mío.

Fue lo primero que pensé y lo segundo que pensé, es que podría ir a la esquina utilizando ese vestido ¿Qué diablos tenía Gael en la cabeza? ¿De verdad pensaba que me pondría tal ridículez?

Me aproximé al vestido y tomé la pequeña tarjetita, leyendola en voz alta.

《 Póntelo o tus amigos pagarán caro tú insolencia.》

Atte: Rindwood.

-Grandísimo hijo de puta -mascullé arrugando la nota y arrojandola a un rincón de la habitación.

Dejé caer la toalla y me puse unas bragas, para luego colocarme el vestido.

Odiaba admitirlo, pero el vestido me quedaba de maravilla, se ajustaba a cada una de mis curvas y lejos de parecerme incómodo, era demasiado cómodo a pesar de ser corto. Si bien me llegaba hasta la mitad de los muslos, y estaba segura de que si me agachaba se vería absolutamente todo, el vestido lucía fabuloso con aquel escote en V y que dejaba toda mi espalda desnuda.

¡Adoptemos al Diablo! [Terminada ✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora