Capítulo 11| Amenaza

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Me acomodé más contra el pecho de Ares mientras este mantenía su brazo firmemente ajustado en mi cintura, y su otro brazo estaba demasiado ocupado jugueteando con un mechón de mi cabello, ignorando completamente lo que Tyrion decía

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Me acomodé más contra el pecho de Ares mientras este mantenía su brazo firmemente ajustado en mi cintura, y su otro brazo estaba demasiado ocupado jugueteando con un mechón de mi cabello, ignorando completamente lo que Tyrion decía.

Supongo que eso era algo que me gustaba de Ares, que no importaba la situación, él sabía como mantenerse calmado y no explotar como, justamente, estaba haciendo Tyrion.

Nos encontramos los cuatro en mi habitación.

Bruno esta sentado en la silla de mi escritorio, abrazando un almohadón. Ares se encuentra sentado en mi cama con la espalda contra la pared y conmigo acostada contra su abdomen, abrazándome. Y finalmente Tyrion se encuentra dando vueltas en círculos mientras habla sobre... Sobre... ¿Sobre qué demonios habla? Lo único que temía era que los vecinos del piso de abajo vinieran a quejarse sobre el molesto ruido de las pisadas de mi amigo, que amenazaba con hacer un hueco en el suelo de tanto que camina.

Para mi suerte un almohadón se estrelló contra la cara del pelinegro, desequilibrandolo y provocando que su cara casi se estampara contra el suelo.

Lástima que eso no haya pasado.

-Lo siento Ty, pero ya me estaba durmiendo -dijo Bruno y luego su mirada se dirigió hacia mi -De casualidad ¿Sabes si tú compañero es gay? -preguntó y abrí tanto los ojos que temí se me saliesen.

No me había puesto a plantearme la posibilidad de que Dante podría ser gay. Aunque a juzgar por su extraño comportamiento, diría que no le gustan ni las mujeres, ni los hombres, ni nada que pueda hablar y caminar.

Quizás le gusten las plantas.

-Lo dudo mucho -hice una mueca -Pero si te hace sentir mejor, creo que no le gustan ni los hombres, ni las mujeres -dije y asintió, confundido -Cambiando de tema -me levanté de encima de Ares y me paré en el medio de la habitación -Se me ocurrió una nueva idea -sonreí mostrando mis lindos dientes y Ty me apuntó con el dedo.

-Conozco esa sonrisa, y sé que lo que tienes planeado no será nada bueno -dijo y ladeé la cabeza.

-¿Es qué no lo entiendes? Necesitamos hacer que la persona que está traficando esto -señalé a la bolsa llena de drogas- se pudra en la cárcel -hablé alzando una mano abarcando todo el cuarto.

-Opino que dejemos las cosas tal como están y listo ¡Vamos Eris! ¿Acaso crees que la persona que trafica esas drogas lo hace, hace un mes? ¡No! Debe tener años de experiencia en este tema -Bruno se levantó de la silla y caminó hacia mi -Si seguimos investigando podemos acabar muertos o incluso peor -insistió y apreté los labios -Nos hemos salvado por los pelos ¿Qué pasaba si nos mataban? ¿O si nos desaparecían? ¿O si nos hacían carnicería? -nada. Silencio. Alzó las manos y las dejó caer con fuerza a cada lado de su cuerpo -Por una vez en tú vida, intenta concentrarte en cosas que de verdad importan -dijo y me pasó por al lado, pero antes de que saliera del cuarto mi boca se abrió.

¡Adoptemos al Diablo! [Terminada ✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora