Capítulo 27| El beso erróneo

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-¿Te encuentras bien? ¿Te duele algo? -preguntó poniendome la manta sobre mis hombros empapados

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-¿Te encuentras bien? ¿Te duele algo? -preguntó poniendome la manta sobre mis hombros empapados.

Me abracé a la manta con fuerza, sintiendo la punta de mis dedos entumecerse por el frío. Apreté los labios sin saber que responderle al extraño desconocido que me había salvado la vida.

-¿Sabes qué? No importa, te llevaré a un lugar seguro -se pasó una mano por su mojado cabello y se levantó, cerró la puerta del auto y observé como se movía velozmente hacia la puerta del piloto, la abrió y se metió.

Encendió el motor y con eso la calefacción del coche también se prendió. Dió marcha atrás y finalmente comenzamos rumbo a... No tenía idea.

-¿A donde me llevas? -susurré removiendome incómoda en el asiento.

-A mi casa -contestó y me desesperé ¿Y si era uno de esos tipos que intentaba matarme? ¿Y si me hacía daño?

Estaba a punto de abalanzarme hacia la puerta cuando su voz irrumpió en mis pensamientos.

-Antes de que intentes hacer algo absurdo, debo decirte que me contrataron para cuidarte. Digamos que un amigo tuyo sabía que esto ocurriría y recurrió a mi -finalizó y giré bruscamente la cabeza hacia él.

Observé su rostro de perfil, notando la ligera barba que decoraba su barbilla. Su cabello oscuro y su piel ligeramente morena lo hacían lucir guapo.

-¿Quién eres? -susurré bajando hacia la mano que sostenía el volante, notando un anillo de compromiso.

-Mi esposa dice que soy irritante, mis amigos dicen que soy un romántico empedernido... -lo corté antes de que siguiera hablando.

-Te pregunté quien eres, no como te dicen los demás -mascullé y esbozó una sonrisa divertida.

-Tienes el mismo carácter que mi mujer. Estoy seguro que ambas se llevarán de maravilla -murmuró girando el volante hacia un lado.

-No me interesa tú esposa, ni nada -murmuré desviando la mirada hacia la ventanilla sintiendo una lágrima descender por mi mejilla -Me hubieses dejado morir en aquel lago con ellos -tragué saliva dejando salir unas pocas lágrimas más.

-Soy Ian Cole, y trabajo para una empresa de seguridad privada -suspiró y me limpié las lágrimas con el dorso de la mano -¿Y tú eres...?

-Creí que ya lo sabías -murmuré.

-Me gustaría escucharlo de ti.

-Soy Rebecca Loukey.

《...》

-Ya lo pensé -me cruzé de brazos y observé como giraba la cabeza en mi dirección.

-¿Y se puede saber qué pensaste?

¡Adoptemos al Diablo! [Terminada ✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora