Todavía recordaba las historias de lo que te pasaría si morías. Donde tenías dos sitios a los cuales ir. El cielo o el infierno, dos sitios completamente diferentes, pero a la vez tenían algo que los hacía iguales.
Un mismo creador.
Dios había creado el cielo, y a su vez había creado a Lucifer, quien tiempo después crearía el infierno. Por lo que si nos poníamos a replantearnos las cosas... Dios era un todo, era un cielo y a su vez un infierno.
¿Eris acaso ya estás delirando? ¿Ya estás muerta?
La respuesta es no. No estaba muerta ¿Y todo gracias a quién? A un Dios, pero no exactamente a ese Dios todo poderoso al que le reza la gente. Este dios portaba un nombre y apellido bastante conocidos, también había creado un cielo para las personas que lo siguieran a todos lados, e incluso tenía a un Lucifer como mano derecha y del cual me había enamorado.
Gael Rindwood.
Mi cuerpo cayó de bruces contra el piso y jadeé buscando el oxígeno que me había sido arrebatado. Poco a poco dejé de ver los puntos coloridos y también dejé de oír el extraño pitido que sumbaba en mis oídos, recordandome que casi cruzaba el otro lado. Giré el rostro, colocando la mejilla en el suelo y permitiendome ver lo que sucedía a unos pocos pasos de mi.
Lo primero que vi fue una gran mancha carmesí decorar el blanco suelo de la cocina. Seguí el rastro con la mirada hasta que choqué con un rostro pálido y unos clarísimos ojos azules que veían a la nada misma, vacíos.
-Ares -fue lo último que susurré antes de que la oscuridad me engullera por completo.
《《《...》》》Dante.
Acariciar la mejilla de la chica que te gustaba y que te quitaba las ganas de dormir era el sueño de todo niñato enamorado. Cualquier idiota enamorado daría su vida por esa mujer.
Cualquiera menos yo.
¿Por qué dar la vida por ella cuando puedes, simplemente, arrebatar vidas?
Mientras más la miraba más me convencía a mi mismo de que mi estúpidez parecía no conocer los límites cuando estaba a su lado. Muchas veces había intentado frenar la intensidad de estos absurdos sentimientos, pero no importaba lo que hiciera, cada vez iban en ascenso.
Observé sus párpados cerrados y descendí la mirada hasta sus rosados labios que parecían estar llamandome, tentandome a besarla. Seguí descendiendo hasta su garganta, que era decorada por marcas moradas en forma de dedos.
Maldito mocoso.
No me alteré al oír el sonido de la puerta siendo abierta y simplemente seguí quieto, mirándola y acariciandola.
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¡Adoptemos al Diablo! [Terminada ✓]
Teen FictionSEGUNDO LIBRO DE LA TRILOGÍA: ADOPTEMOS. *No hace falta leer el primer libro para entender este. Diablo: Nombre que recibe Lucifer o Satanás, que en la religión cristiana representa al príncipe de todos los demonios. Bueno, enrealidad este Diablo er...