¡Adoptemos al Diablo! [Terminada ✓]

Capítulo 1| Declaración y compañeros

Actualmente...

-¿Huelen eso? -hablé aspirando el aire a mi alrededor.

-Huele a comida -dijo Ares observando un puesto de comida ambulante.

-Me huele a futuras conquistas -musitó Tyrion pasandose una mano por el cabello mientras seguía con la mirada a una castaña de largas piernas. Esta le guiñó un ojo y él le devolvió el gesto acompañado de una de sus encantadoras sonrisas.

-Y a mi me huele a futuros problemas, diablo ¿Qué se supone que debemos oler? -habló Bruno de brazos cruzados y fruncí el ceño.

¿Por qué ninguno podía oler lo que yo?

-Idiotas, huele a muchas ganas de estudiar -dije extendiendo los brazos con una brillante sonrisa y los tres estallaron en carcajadas llamando la atención de los demás universitarios que nos observaban curiosos -Genial, una aquí hablando en serio y ustedes riéndose de mi -farfullé y Ares se limpió las lágrimas.

-Si recuerdas que hace una semana estabas prácticamente tirando la maleta por las escaleras y lloriqueando porque no querías venir ¿No? -comentó Bruno con una pequeña sonrisa tirando de sus labios.

-Disculpa Eris, pero la palabra estudiar y tú no pueden ir en una misma oración -dijo Ares con expresión burlona y me crucé de brazos.

-Concuerdo con ellos. Todos sabemos que lo último que harás es estudiar -declaró Ty.

-¡Púdranse! ¡Los tres! -chillé.

Ayudé a Bruno a bajar nuestras maletas mientras que Ty y Ares conversaban entre ellos en voz baja.

-¿Saben? Un poco de ayuda no estaría mal -hablé en un tono elevado para que dejaran de cuchichear entre ellos.

-Eso no funciona con nosotros, aquí no hay caballe... -Tyrion dejó de hablar al ver como unos muchachos se acercaban hacia mi.

-¿Necesitas ayuda? -comentó el chico de cabello rubio y ojos claros.

-Pero claro que no -habló Ares y se acercó velozmente, pasó su brazo por mi cintura como si quisiera marcar territorio y puse los ojos en blanco al escuchar como Tyrion se encargaba de espantarlos.

-¡Esta niña tiene lepra! ¡No les recomiendo que se acerquen! -habló agitando los brazos exageradamente y los muchachos de rostros bonitos pusieron cara de horror para, prácticamente, salir huyendo.

-Y ahí se fue mi reputación -musité haciendo una mueca.

Una vez bajamos todas las maletas nos quedamos observando la fachada de la universidad como estúpidos esperando a que algo mágico pasara.

-¿Qué estamos haciendo? -susurró Bruno y los miré de reojo.

-Yo espero a que ustedes muevan el trasero -hablé.