¡Adoptemos al Diablo! [Terminada ✓]

Capítulo 49| Último Round

¿Alguna vez se preguntaron si llegaron a este mundo para cumplir una misión? Una misión de la cual solo ustedes tenían conocimiento y no podían decirle a nadie porque sino la misión se arruinaría.

Pues yo tenía una misión, que no sabía como acabaría. Pero de algo si estaba segura, de alguna u otra forma debíamos hacer una tumba.

Aveces viajaba al pasado y recordaba los buenos momentos que viví con mi familia, con papá y mamá, con Ian y Alisa, con mis tíos, mis amigos y Rebecca. Era una niña felíz, sin problemas, sin tristeza, sin responsabilidades ¿Cuándo había crecido tanto?

Habían momentos donde lo único que deseaba hacer era esconderme debajo de las sábanas y esperar a que mis padres vinieran para espantar al 'fantasma' de mi cuarto. Pero nada de eso pasaría.

Mis padres estaban muertos e Ian y Alisa eran los únicos que me habían demostrado el cariño de padres que necesitaba. Pero ellos tampoco estaban aquí para espantar a los fantasmas y decirme que nada malo me pasaría. Además aún si me dijeran eso sabía que era una mentira.

Sabía que algo malo me pasaría.

Pero aún así podía sentir la sangre caliente correr dentro de mis venas, ardiendo en adrenalina. La suficiente sangre como para darme el valor que necesitaba para ir a buscar a Gael y acabar con él y sus putos demonios de una vez por todas.

Volví a encender el vehículo e hice marcha atrás para luego volver a introducirme a la carretera y emprendí el viaje en dirección a la fraternidad, el único sitio donde Gael podía estar en estos momentos.

Ignoré la herida sangrante y el dolor de mi cabeza, al igual que también la incomodidad que cosquilleaba entre mis piernas, trayendome los recuerdos con Dante de hace un rato atrás.

Dante, Dante ¿Qué estarás haciendo en estos momentos?

《《《...》》》

Dante.

Subí las escaleras, tratando de evitar las llamas y el humo que amenazaba con asfixiarme.

-¡Bruno! ¿¡Bruno dónde estás?! -grité entre el humo y las llamas.

Me fue imposible no comenzar a toser, dandome cuenta que mientras más me adentraba al lugar, los ojos me picaban, haciendome lagrimear y complicandome la visión. Sin embargo seguí avanzando, recordandome a mi mismo que Eris no podría soportar otra baja por parte de sus amigos.

Debía seguir, por Eris.

A mi antiguo yo le hubiera valido una mierda que Bruno estuviese atrapado en este sitio, posiblemente muriendose. Pero ahora ya no era ese chico que se llevaba a todo el mundo por delante sin importar las consecuencias. Ahora trataba de ser una mejor versión de mi, con tal de que Eris siguiera conmigo hasta el final de los días.