¡Adoptemos al Diablo! [Terminada ✓]

Capítulo 39| Dante

-¿Por qué te alejas? Quiero jugar contigo -murmuró la niña.

Pero la pequeña Keisy no quería jugar con un mounstruo de rostro bonito ¡No! ¡Antes muerta!

-Aléjate de mi -escupió Keisy mientras se aferraba al pequeño peluche y la ojigris sonrió, como si la hubiesen halagado.

-Yo quiero jugar -murmuró y avanzó un paso, amenazante -Y vamos a jugar.

-Aléjate de ella -dijo una voz masculina y luego una figura se puso frente a la pequeña castaña, protegiendola de la pelinegra -Vete de aquí Keisy -le ordenó a su hermanita. La castaña ni siquiera dudó y se fue lo más rápido que pudo.

-De igual forma tú hermana no durará mucho, lo sabes ¿Cierto? -dijo la pelinegra avanzando hacia el bonito chico de ojos negros.

-Durará lo que tenga que durar -soltó viendo fijamente a la niña.

La pelinegra alzó el mentón y elevó una ceja en una pose altiva, se dio la vuelta y volvió sobre sus pasos.

-Como sea -murmuró la niña.

El pequeño Dante volvió a su habitación, donde encontró a Mixel tirado en su cama y leyendo uno de sus cómics favoritos.

-Definitivamente no te cae bien esa niña ¿Cierto? -soltó el ojiazul dejando su cómic de lado y cruzando los brazos detrás de su nuca.

-No, y a ti tampoco debería de caerte bien -bufó el rizado tirandose en la cama a su lado -Eres mi amigo, no el suyo, recuerdalo -gruñó y el ojiazul sonrió, burlesco.

-Suenas como Olivia cuando intenta contradecir al maestro de matemática -bromeó.

-¿Esa nerd? -rió -No sabía que te sabías su nombre ¿Acaso también te sabes su comida favorita? -jugó y esperó una respuesta por parte de su amigo, pero ante su silencio se enderezó bruscamente en la cama y miró a su amigo, boquiabierto -¡¿Te gusta la nerd?! -chilló y el pelinegro le dió un almohadonazo en la cara, tirando a su amigo de la cama.

-Cállate -gruñó.

Mixel Vólkov. Mejor amigo de Dante Daniels y vecino desde que ambos usaban pañales. Iban a la misma escuela, les gustaba la misma comida, los mismos animales... Pero afortunadamente para ambos, no tenían los mismos gustos en chicas. Mientras que a Mex le gustaban las listas y tímidas, a Dante le gustaban las que eran más normales y trataban de matarlo por sus bromas molestas a todo el curso. Si, raro, pero a él le funcionaba... Bueno, masomenos.

Dante volvió a la cama en un santiamen y se ubicó devuelta al lado de su mejor amigo.

-Si sabes que una semana después de que ellos vinieran tú gato desapareció ¿Lo crees coincidencia? -murmuró el rizado.