Capítulo 34| Tercera Sesión

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-¿Se puede saber dónde estabas? -la mano de Gael se envolvió en mi brazo, apartandome un poco del grupo

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-¿Se puede saber dónde estabas? -la mano de Gael se envolvió en mi brazo, apartandome un poco del grupo.

-Solo fui al baño ¿Acaso ahora no puedo ir a orinar tranquila? -bufé y me miró mal.

-Pudiste haber avisado -gruñó liberando mi brazo. Suspiré.

-¿Cómo estás de la herida? -pregunté e hizo una mueca.

-Tuve días mejores -concluyó.

Luego de eso simplemente se adelantó hacia los chicos, dejandome atrás. Me permití respirar profundo mientras me mentalizaba para lo que haría esta tarde, tratando de imaginarme como se tomarían los chicos el hecho de que me escaparía sin que lo notaran.

-¿Sabes lo que nos diferencia a Gael y a mi?

Di un brinco en mi sitio deteniendo mis pasos completamente y giré el cuello hacia Dante, el cual se encontraba jugueteando con un anillo que llevaba puesto en el dedo. Me miró y sus labios se curvaron en una sonrisa que lo hacía lucir como un niño pequeño con ese hoyuelo adornando su mejilla.

-La diferencia entre Gael y yo es que soy más propenso a descubrir las mentiras antes que él ¿Y sabes qué significa eso? -su dedo índice se posó bajo mi barbilla, alzándola y haciendo que nuestras miradas se encontraran -Qué ni se te ocurra hacer lo que estas pensando, porque juro que soy capaz de encerrarte en tú habitación todo el día si es necesario.

-¿Qué te crees? ¿Qué por un puto bailecito y dormir juntos ahora puedes controlarme? -hablé alejandome de su tacto y lo miré, fijo -Que te quede claro una cosa -alcé la mano y lo señalé con el dedo -A mi no me van ni los guardaespaldas, ni los chicos con complejo de héroe. Asique puedes tomar tus putas reglas y metertelas por el culo -me giré hacia el lado contrario al que se habían ido los chicos y comencé avanzar, alejándome de él.

-Después de la universidad nos vemos en el patio trasero para nuestra tercera sesión.

-No iré -solté con la vista fija al frente mientras mis piernas seguían avanzando.

-Claro que irás, porque sino nunca sabrás quien es verdaderamente Pía. Consideralo, Eris.

Jodido imbécil.

《《《...》》》

Deslicé los vaqueros por mis piernas, los abroché y luego me miré al espejo para comprobar mi look.

El cabello rosado lo llevaba atado en una coleta. Llevaba una simple blusa blanca junto a una chaqueta de cuero bordó, unos jeans y unas botas negras.

-Te ves de puta madre Eris -susurré para mi misma mientras le sonreía a mi reflejo.

Tomé el labial de cereza y me lo apliqué suavemente, me puse un poco de corrector para cubrir las ojeras y finalmente metí las cosas mas indispensables en mi bolso.

¡Adoptemos al Diablo! [Terminada ✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora