Gael.Las puertas se abrieron de par en par y avancé hacia la recepcionista, quien apenas mirarme colocó el papel sobre el escritorio junto a una lapicera. Firmé el papel y lo deslicé devuelta a la mujer para luego seguir mi camino en dirección a los ascensores.
A un costado mío se encontraba una pareja de ancianos que veían hacia la pequeña pantalla de números rojos donde indicaba en qué piso estaba el elevador en estos momentos.
Esperé pacientemente a que llegara el ascensor y una vez lo hizo subí, marqué el piso y esperé mientras sonaba la molesta música de elevador.
¿No pueden poner otra música?
Una vez en el piso correcto me bajé y deambulé por las blancos pasillos llenos de puertas con números hasta encontrar la que quería.
Bingo.
Abrí la puerta de la habitación con lentitud y fui recibido por una perezosa sonrisa femenina.
-Hey, idiota -murmuró enderezandose en la camilla.
-Hey -dije adentrandome a la habitación y cerrando la puerta detrás mío.
Me moví hacia la silla que estaba a un costado de su camilla y me dejé caer, cansado.
-Te ves mal ¿Qué te pasó? -preguntó ladeando la cabeza -¿Ya le dijiste?
-No, y aún si se lo dijera no me creería -escupí apretando los puños.
-¿Cuándo vas a decirle que fue Dante quien planeó su secuestro e hizo tratos con Maximus? -se pasó una mano por el cabello, frustrada y volvió hablar -¿Y qué hay de lo de Ares? ¿Cuándo le dirás que todo fue porque Dante le dió unas pastillas que él mismo hizo? -insistió y simplemente me hundí más en mi silla -¿Lo del disparo?
-Eso último no fue su culpa -susurré, aunque ni yo mismo me lo creía.
-¡Por Dios! ¡Ambos sabemos que Cat envió a ese hombre para que te diera un buen susto! -chilló.
-Exacto, fue Cat, no Dante.
-¡Oh por favor! Sabemos perfectamente que Cat nunca movería un dedo sin el permiso de Dante. Antes prefiere amputarse un brazo que a desobedecerlo.
-No importa lo que haga, Eris siempre seguirá viendome como el malo de la película -dije echando la cabeza hacia atrás, agotado.
Estaba cansado de intentar torcer las cosas a mi favor. Estaba cansado de ver a Eris y a Dante juntos todos los malditos días. Besandose y tocandose por donde se les de la regalada gana. Estaba cansado de las miradas de odio y repulsión que me dirigían todos los alumnos cada vez que pasaba por un maldito pasillo.
-¿Y qué te dijo la policía sobre la denuncia? -susurró y se movió sobre la camilla.
Se sentó en el borde, dejando colgar las piernas y estiró la mano hasta tocar la mía con delicadeza, en señal de apoyo.
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¡Adoptemos al Diablo! [Terminada ✓]
Novela JuvenilSEGUNDO LIBRO DE LA TRILOGÍA: ADOPTEMOS. *No hace falta leer el primer libro para entender este. Diablo: Nombre que recibe Lucifer o Satanás, que en la religión cristiana representa al príncipe de todos los demonios. Bueno, enrealidad este Diablo er...