Capítulo 18| Keisy

1.7K 144 15
                                    

La castaña alzó la cabeza al ver unas pequeñas piernas frente suyo y observó unos grandes ojos grises de muñeca que la miraban fijamente

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


La castaña alzó la cabeza al ver unas pequeñas piernas frente suyo y observó unos grandes ojos grises de muñeca que la miraban fijamente.

-Hola -saludó Keisy y la otra niña hizo una mueca de asco.

-Mi mami dice que estás enferma ¿Qué tienes?

La pequeña Keisy se sintió pálida al oír esas palabras salir de la boca de una niña desconocida que estaba en el jardín de su casa, invadiendo su espacio ¿Quién era esta desconocida?

Claro, la pequeña Keisy era demasiado tímida como para poder abrir la boca, por lo que deseó con todas sus fuerzas que bajara su hermano para espantar a la niñita de rizos negros que la incomodaba.

-¿Te comió la lengua el gato? -se burló la niña y Keisy frunció el ceño.

Miró a los ojos a la niña desconocida y sintió que veía la verdadera maldad al ver esos platinados ojos. La niña nunca vió unos ojos tan víles como esos y por instinto se arrastró unos centímetros lejos de ella.

-¿Por qué te alejas? Quiero jugar contigo -murmuró la niña.

Pero la pequeña Keisy no quería jugar con un mounstruo de rostro bonito ¡No! ¡Antes muerta!

-Aléjate de mi -escupió Keisy mientras se aferraba al pequeño peluche y la ojigris sonrió, como si la hubiesen halagado.

-Yo quiero jugar -murmuró y avanzó un paso, amenazante -Y vamos a jugar.

《...》

Torcí el gesto en una mueca de dolor, pero aún así seguí moviendome con ayuda de las paredes.

-¿Qué mierda haces fuera de la cama?

El rubio se colocó enfrente mío, deteniendome el paso. Se cruzó de brazos y me miró fijamente, en una clara de señal de que me atreva a pasarlo.

-Voy a desayunar ¿Qué no es obvio? -gruñí.

-Creí que Tyrion ya te había llevado el desayuno -masculló y solté una risita burlona.

-Tyrion apenas sabe diferenciar entre la cabeza de arriba y la cabeza de abajo ¿Y tú piensas que se va acordar de llevarme el desayuno? -volví a reír -Como se nota que aún no conoces a mis amigos.

-Bien ¿Quieres desayunar? -se acercó a mi y retrocedí un paso -Bajemos entonces.

Se agachó y me alzó entre sus brazos, pegandome a su cuerpo. Solté un bufido ante tal acción del rubio y este simplemente rió.

¡Adoptemos al Diablo! [Terminada ✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora