Cuando Harry puso un pie dentro de la casa, lo primero que vio fue a Niall correr por las escaleras entusiasmado; Liam, por supuesto, llevaba una cara de preocupación.
—¡Niall, te vas a lastimar! —dijo desde el pie de las escaleras, Niall continuó corriendo.
Se detuvo en la entrada, cerrando la puerta tras su paso para evitar que el aire frío se metiera en la casa. Estaba polvorienta, uno de los cuadros estaba en el suelo, pero fuera de eso, todo estaba normal.
Niall regresó bajando de las escaleras de a dos peldaños hasta que finalmente, pegó un enorme salto hasta el suelo. Harry pudo jurar que a Liam casi le da un infarto.
Niall caminó por la sala de estar hasta que se puso de espaldas al sofá y se dejó caer.
—Hablo en serio Niall, puedes golpearte la cabeza. ¿Qué hubiera pasado si el sofá no hubiera estado ahí?
—Pues supuesto que está aquí, ¿dónde más estaría? —preguntó Niall, cruzando ambas manos detrás de su cabeza.
—¿Qué pasa si alguien hubiera entrado a hurtar y se lo hubiera llevado?
—¿Por qué alguien querría robar un sofá? Eso sería impráctico...
Ambos se inmiscuyeron en una discusión sin sentido mientras Harry recorría lentamente el lugar, observando cada detalle dentro del salón. Parecía una casa normal a primera vista, parecida a la casa que Louis compartía con Liam, solo que el interior lucía un poco más femenino.
En el buró del recibidor había el collar de un perro junto a un jarrón vacío y la foto polvorienta y enmarcada de una familia. Harry la levantó, quitando el polvo de la cara de Niall con su pulgar.
Su cabello estaba más corto y rubio, tenía una enorme sonrisa con aparatos y el brazo de un muchacho mucho más grande que él alrededor de los hombros. Sus padres estaban detrás de ambos, sonrientes y pulcros. Lucían como una familia dorada, ni siquiera parecía que esas personas fueran capaces de dejar a su hijo encerrado en su habitación para morirse de hambre.
—General —dijo Liam con voz abrupta.
Harry dejó la fotografía en su lugar.
—¿Te quedarás aquí o con Louis? —cuestionó con rostro impasible, pero en su mirada Harry podía leer que no lo quería ahí. Por eso mismo, Harry decidió que se quedaría.
Comenzó a quitarse la chaqueta de aviador y la arrojó a algún lado de la habitación, dudaba que alguien fuera a decirle algo por el desorden.
—Dormiré aquí. —Liam resopló.
—Bien. Iré a revisar la caldera.
— ¿Cuántos cabemos? —el General le preguntó a Niall.
Niall, que estaba balanceando sus pies por el reposabrazos del sillón, se apoyó sobre sus codos.
—Pues... mi cama y la de mi hermano son individuales, así que solo caben dos personas. La cama de mis padres es más grande, yo diría que son tres personas más. Otras dos en los sillones de la sala y también tenemos un sofá cama en el estudio de mi papá, quizá ¿diez? Aunque, también podrían dormir en el suelo...
—No, necesitamos personas afuera vigilando. Dejaremos que duerman adentro los más tontos.
—¿Te refieres a mí? —preguntó Niall, con ambas cejas arqueadas y una sonrisa sugestiva.
—Tal vez —respondió Harry, devolviéndole la sonrisa.
—No importa, si con eso puedo dormir en mi cama.

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voraz; ns
FanfictionUna infección ha infestado las grandes ciudades, atacando las células cerebrales de los habitantes y convirtiéndolos en autómatas sin consciencia. Niall, un adolescente ciego, es abandonado por su familia a su suerte, dejándolo a merced para morir a...