Niall caminaba por el pasillo sur apresuradamente, con una mano sobre la pared. Harry se sostenía con su brazo sobre los estrechos hombros de Niall, cojeando con velocidad para seguirle el paso. Niall recordaba perfectamente el aire gélido que cruzaba por esa parte del edificio.
—Creo que es por aquí —dijo, comenzando a contar las puertas.
—¿Crees? Mierda, dime que no me trajiste hasta acá por nada, mi pierna me está matando.
—¡Seis! Aquí —dijo, empujando la puerta que había quedado entreabierta. Agradecía que nadie se hubiera pasado por ahí, pues se llevaría una desagradable sorpresa.
Polvo calló sobre ellos y el olor fétido de inmediato golpeó las narices del General.
—Carajo, ¿qué es este lugar tan asqueroso?
—Mira más adentro.
El General dio un paso firme dentro de la habitación, casi saltando hacia atrás cuando en el suelo, aplastado por una estantería gigante y cientos de papeles dispersos, había un brazo hecho girones moviéndose.
—¡¿Qué coño es esto?!
—Creo que entré en la habitación equivocada cuando iba a entregarte tu almuerzo.
—¿Tú crees? —inquirió, llevando su rodilla sana al suelo.
Comenzó a inspeccionar a la persona que aún se retorcía bajo el mobiliario.
—¿Quién es? —se preguntó, entronando los ojos al buscarle forma a la cara. Solo veía piel oscurecida, ojos en blanco, una quijada dislocada y dientes amarillos. Era asqueroso, y casi se alegraba de que Niall fuera ciego para no tener que ver esa monstruosidad— ¿lo encontraste así?
Niall negó con la cabeza, aun rezagado en la puerta de la habitación. No pensaba volver a entrar ahí.
—Me quedé encerrado y esa cosa quiso comerme o algo así, entonces lo golpeé con la bandeja de tu almuerzo y le tiré eso encima.
Harry soltó una irrisión nasal, poniéndose de pie con dificultad y sacudiéndose el polvo de las manos.
—¿Estás diciéndome que tu tiraste todo esto sobre esa cosa? ¿Con esos bracitos?
—¿Bracitos? Tengo brazos de hombre —dijo Niall, cruzándolos sobre su pecho.
—Tienes brazos de nene, pareces un muñeco. Mi hermana solía jugar con bebés de juguete más musculosos que tú.
—Lamento que no todos podamos parecer un rottweiler. Además ¿quién crees que derribó una puerta para liberarse de su propia habitación? Yo, nadie más iba a venir por mí.
Niall esperó pacientemente por la respuesta mordaz del General de pie en el umbral de la puerta, pero no recibió más que silencio. Se preguntó si había dicho algo que lo incomodase.
Descruzó los brazos, dispuesto a decir algo, pero fue interrumpido por un carraspeo.
—Creo que debería buscar a Zayn y... —se quedó callado de repente.
—¿Y qué?
En el suelo, junto a las carpetas abiertas y los papeles sueltos, Harry leyó algo que le llamó la atención. Era un nombre, un nombre que ya conocía.
Tomó la carpeta entre sus manos y la inspeccionó.
—¿Qué pasa? —inquirió Niall.
—No es nada —dijo, cerrando la carpeta de golpe y guardándola entre el cinto de su pantalón—. Tengo que traer a Zayn, él sabrá qué hacer con esta cosa. Quédate aquí y vigílalo... o... has lo que puedas.
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voraz; ns
FanficUna infección ha infestado las grandes ciudades, atacando las células cerebrales de los habitantes y convirtiéndolos en autómatas sin consciencia. Niall, un adolescente ciego, es abandonado por su familia a su suerte, dejándolo a merced para morir a...